martes, 9 de abril de 2013

España: Denuncian uso de cepos en caballos de monte


A CORUÑA |  9 DE ABRIL DE 2013
Los cepos sentencian a muerte a cientos de caballos salvajes. La experiencia de poco ha servido y los ganaderos siguen recurriendo a las trancas en las patas delanteras de sus bestias como una forma natural de mantenerlos bajo control y evitar que dañen propiedades privadas. Solo en lo que va de año, fueron localizados más de 60 equinos con estos artilugios en los montes gallegos, en su mayoría en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Los últimos casos se detectaron este fin de semana en Carnota (A Coruña) y el parque natural de Cotorredondo, en la localidad pontevedresa de Vilaboa, según denuncian las sociedades en defensa de los animales Libera y Fundación Franz Weber.
Arteixo, Muxía, Carnota, Oza dos Ríos, As Pontes, Dumbría, Pobra do Caramiñal o Toques en la provincia de A Coruña; Moaña, Baiona, Lourizán, e incluso el campus universitario de Vigo, en Pontevedra, junto con Guitiriz, Trabada, Abadín y Pontenova, en Lugo, y Parada do Sil, en Ourense, están en el mapa de localidades donde se han avistado desde enero caballos con pexas -desde cepos de madera hasta grilletes de cadena y goma- y que ayer mismo fue remitido por las organizaciones animalistas a la Dirección Xeral de Emerxencias de la Xunta. "La gente ve a los caballos con cepos a simple vista; los animales tienen dueño, no tienen miedo al ser humano cuando está cerca. Hay una clara intencionalidad del ganadero", advierte Rubén Pérez, delegado en Galicia de Libera.
En el escrito que presentaron ayer a la Xunta, los colectivos en defensa de los animales denuncian que se trata del mayor caso de maltrato animal de estas características en el norte de España. En solo un mes, las organizaciones recogieron más de 40.000 firmas en contra del uso de cepos y otros sistemas de tortura animal, que hoy entregarán al Parlamento gallego para que los partidos políticos apoyen iniciativas que erradiquen estas prácticas.
Pero la localización de los propietarios de estos caballos resulta muy difícil, por no decir prácticamente imposible. De cada cien caballos con cepos, según aseguran desde el Seprona, solo dos están identificados. Esta situación aboca al fracaso las denuncias de particulares y de grupos ecologistas. De hecho la picaresca entre los ganaderos se ha intensificado. Tras las sanciones impuestas en el año 2006 -la ola de incendios de ese verano dejó al descubierto no solo la vulnerabilidad de los montes sino el peligro que entraña la utilización de los cepos a caballos que viven en semilibertad-, algunos propietarios dejaron de utilizar las trancas para controlar a su ganado, aunque la mayoría lo que hizo fue prescindir de métodos de identificación que, aunque rudimentarios, servían a los agentes del Seprona para seguirles la pista.
La legislación gallega considera infracción grave tanto la no identificación obligatoria de los animales como el maltrato e incluso en determinadas circunstancias. El régimen sancionador previsto oscila entre 3.000 euros y 1,2 millones, aunque las multas que se llegan a imponer son pocas porque hasta 2008 este tipo de ganado ni siquiera estaba regulado.
A finales de 2008, la Xunta aprobó un decreto para regular el sector equino en Galicia, un documento que por primera vez estableció como obligatoria la identificación de estos caballos, que deberán llevar un microchip así como una marca visual o una pulsera en las patas delanteras. Según la Ley de Sanidad Animal, los propietarios de caballos sin identificar se enfrentan a una sanción de entre 600 y 60.000 euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...