Por: Huw Griffith / AFP
TOKIO 5 DE
ABRIL DE 2013
La organización Sea Shepherd, que se enfrenta desde
hace años a los barcos balleneros japoneses en el Antártico, parece haber
ganado una batalla en su lucha contra el exterminio de los mamíferos marinos,
ya que, en la temporada que acaba de finalizar, Japón registró el menor número
de capturas desde 1987. Japón anunció este viernes haber finalizado la
temporada de caza de ballenas en el Océano Antártico con el menor índice
histórico de capturas desde 1987. Según Tokio, 103 ballenas rorcual (o ballenas
de minke) fueron capturadas, menos de la mitad que el año pasado. El ministro
japonés de Agricultura y Pesca atribuyó este resultado a las acciones de las
ONG contra la caza de estos mamíferos. El año 1987 corresponde a la primera
temporada de caza de ballenas llevada a cabo por Japón con "fines
científicos", y desde ese entonces nunca el archipiélago había matado a
tan pocos cetáceos. Japón había establecido una cuota para este año de más de
1.000 rorcuales pequeños o rorcuales regulares.
Por su parte, la ONG Sea Shepherd dijo que 75
animales fueron capturados durante la temporada de 48 días entre noviembre y
marzo. Según el ministro Yoshimasa Hayashi, citado por la agencia Kyodo,
"Sea Shepherd cometió un sabotaje imperdonable", refiriéndose a un
choque entre un ballenero japonés y una embarcación ecologista en febrero. Según
la asociación, el "Nisshin Maru" chocó contra el "Steve
Irwin" y el "Bob Barker", dos de las cuatro embarcaciones que a
finales de 2012 zarparon para impedir la caza de ballenas durante la temporada
nipona de captura. El "Bob Barker" quedó atrapado en medio del
ballenero japonés y de un petrolero surcoreano que le estaba abasteciendo y en
el choque quedó destruido un bote salvavidas del petrolero, afirmó la
asociación. El "Nisshin Maru" chocó varias veces contra el "Bob
Barker", destruyó uno de sus radares, todos sus mástiles y provocó un
corte de electricidad, añadió Sea Shepherd.
A fines de marzo, Sea Shepherd había afirmado que
esta campaña había sido la que mejores resultados le había dado a la
organización ecologista, pero también la más peligrosa. A finales de febrero,
durante una entrevista con la AFP, el ministro japónes a cargo de la pesca,
Yoshimasa Hayashi, afirmó que Japón no tenía intenciones de detener esta pesca
"que forma parte de la cultura japonesa". "Es una larga
tradición histórica. Nunca hemos dicho que todo el mundo debería comer ballena.
Tenemos esta cultura, y ustedes no", había explicado el ministro.
También a fines de febrero, un Tribunal de
Apelaciones de Estados Unidos había calificado de "piratas" a los
integrantes de Sea Shepherd y allanó el camino para que los balleneros
japoneses lleven a cabo una acción legal en su contra. En el fallo, el fundador
de Sea Shepherd, Paul Watson, es calificado de "excéntrico". Watson
está acusado por Costa Rica, que pidió su extradición, de haber violado el
derecho marítimo durante el rodaje del documental 'Los Señores del mar'
('Sharkwater'), que denuncia la práctica del 'aleteo', que consiste en cortar
las aletas de los tiburones, muy apreciadas en el mercado asiático y los
restaurantes asiáticos del mundo. A fines de enero, Watson había descartado
comparecer ante los tribunales por temor a ser entregado a Japón.
Fuente:
AFP
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