ESPAÑA • 29 DE AGOSTO DE 2007
Un avión consume 60
litros de combustible por cada minuto de vuelo y emite a la atmósfera 160 kilos
de dióxido de carbono, según el informe de 2007 de la Asociación Internacional
para el Transporte Aéreo (IATA). Así, a lo largo de un vuelo transcontinental
se generaría una contaminación equivalente a la producida durante un año por
una vivienda.
Aunque el sector de la
aviación sólo aporta algo más del 2% de los gases de efecto invernadero
registrados en España, se trata de una contribución creciente debido a su
fuerte expansión. Con el propósito de disminuir las emisiones contaminantes, la
IATA ha diseñado una estrategia basada en la mejora tecnológica. El objetivo es
construir aeronaves más "limpias", que utilicen combustibles más
eficientes y renovables. Según IATA, también reduciría el consumo de
combustibles la optimización de las rutas.
Los aviones son "muy
contaminantes" y además de contribuir al efecto invernadero,
"empeoran la calidad del aire", según señaló el experto de energía y
cambio climático de WWF/Adena, Heikki Willstedt, que cree que "es
importante que se contabilicen las emisiones producidas por la aviación".
Como el sector ha quedado fuera del Protocolo de Kioto y del mercado de
emisiones, se ha generado "un descontrol", apuntó.
Fuente: Consumer
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