ALBUQUERQUE | 11 DE MARZO DE 2014
Debido a que el único
basurero subterráneo de desperdicios nucleares está cerrado tras una misteriosa
fuga de radiación, el Laboratorio Nacional Los Álamos empezó a buscar
alternativas antes de la fecha límite que será en el mes de junio para remover
los desperdicios tóxicos de una meseta que se encuentra en el norte del campus
de Nuevo México.
Matthew Nerzig, portavoz del laboratorio, confirmó este martes
que oficiales están explorando otras opciones para remover lo último de casi 4
mil galones de herramientas y equipo protector contaminado con plutonio de sus
laboratorios en donde se fabrican bombas, si el Proyecto Piloto de Aislamiento
de Desperdicios, (WIPP por sus siglas en inglés) que se ubica en Carlsbad,
permanece cerrado indefinidamente.
La presencia de ese desperdicio –algunos de los cuales fueron desenterrados
de basureros no sellados que tenían décadas de antigüedad en las montañas del
norte de Nuevo México y actualmente están almacenados en el exterior con poca
protección– acaparó la atención del público hace tres años cuando un incendio
forestal masivo se extendió hasta los límites de la propiedad del laboratorio. Desde
entonces, el laboratorio estuvo de acuerdo en que se removieran los desechos de
la meseta para finales de junio.
El laboratorio está anticipándose a lo que se
tiene programado para trasladar casi 4 mil barriles al WIPP, ya que registró
varios accidentes seguidos y se filtró la radiación y eso provocó que el mes
pasado se cerrara el depósito. “Estamos decididos a concluir esta tarea a
tiempo y cumplir con nuestras obligaciones con el Estado de Nuevo México”, dijo
Nerzig. “Con ese fin, estamos evaluando opciones para minimizar cualquier
impacto adverso en el WIPP, en el Laboratorio Nacional Los Álamos y otros
sitios generadores de desperdicios transuránicos”. Sin embargo, no dijo cuáles
serían esas alternativas.
Las opciones
podrían incluir enviar el desperdicio temporalmente a otro lugar federal, tal
como el Laboratorio Nacional de Idaho, comentó el observador Don Hancock del
Centro de Información e Investigación Southwest, una organización ambiental que
tiene su sede en Albuquerque.
Causa de las fugas sigue siendo un misterio
El WIPP ha estado cerrado
desde principios de febrero. Se
cancelaron los envíos después que un camión que transportaba sal por los
túneles del depósito, empezó a arder. Nueve días después, las alarmas de la
planta se accionaron por la fuga de radiación.
Oficiales dieron a conocer que por lo menos 17 trabajadores estuvieron
expuestos a bajos niveles de radiación, y se detectaron partículas radioactivas
en el aire alrededor de la planta.
Podrían pasar semanas antes de que los
trabajadores puedan bajar al subterráneo para determinar qué ocurrió y hacer una
evaluación acerca de si el depósito podría empezar a recibir desperdicios
nuevamente. WIPP es el único depósito subterráneo para desperdicios nucleares
del gobierno federal y es la piedra angular del programa con valor de 5
billones de dólares al año del Departamento de Energía para limpiar los
desperdicios que están dispersos en todo el país, después de décadas de
elaborar bombas nucleares.
Fuente: El
Diario.mx
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