LONDRES | 24 DE JULIO DE 2013
El costo de la liberación
de 50 gigatoneladas de metano, gas de efecto invernadero, por el deshielo del
Ártico podría alcanzar unos 60 billones (millones de millones) de dólares según
un comentario de la revista Nature. Tal cantidad es equivalente al monto de la
economía mundial en 2012, algo muy diferente a los beneficios que algunos
científicos le ven a la pérdida de la capa de hielo de esa zona, al vaticinar
nuevas rutas comerciales y acceso a reservas de gas y petróleo.
De acuerdo con un estudio
de los científicos Gail Whiteman, Chris Hope y Peter Wadhams, de las
universidades de Rotterdam, y Cambridge, la desaparición del hielo oceánico en
el Ártico tendrá serias consecuencias para la aceleración del cambio climático
y para las economías y sociedades globales. Si se tienen en cuenta otros
efectos del calentamiento (subida del nivel del mar y su acidificación) el
costo económico sería muy superior, indica la investigación. El mayor
agravante, apunta Nature, será que el impacto más grande lo sufrirán países de
economías medias o pobres, ya que es donde más se notarán las secuelas del
cambio climático.
Los autores apuntan que
deben intensificarse los estudios, punes hasta ahora se centran en la parte
positiva del deshielo. Se calcula que el Ártico tiene el 30 por ciento de las
reservas mundiales de gas y el 13 por ciento de las de petróleo. Con esos datos
la aseguradora inglesa Lloyds considera que en los próximos 10 años las
inversiones en la región alcanzarán los 100 mil millones de dólares.
La zona a la que hace
referencia la investigación, situada en el mar de Siberia Oriental frente al
norte de Rusia, ha sido estudiada durante más de 10 años por el deshielo del
permafrost (la capa de suelo siempre helada en las regiones muy frías). El 95
por ciento del casquete del polo ártico está en proceso de deshielo, lo que
hace que cada tres minutos se pierda un volumen de hielo equivalente a un
estadio de futbol, según constató Greenpeace en sus recientes expediciones a
esos glaciales.
Los autores de la
investigación afirman que las instituciones económicas y los líderes mundiales
deben invertir en un riguroso modelaje económico y considerar los impactos de
un cambiante paisaje ártico,muy superiores a los beneficios del transporte
marítimo y la extracción de gas y petróleo. También recordaron que el Foro
Económico Mundial y el Fondo Monetario Internacional no econocen el peligro
económico del cambio en el Ártico, y que por el contrario deben prestar más
atención a esta invisible bomba de tiempo.
Fuente: Prensa
Latina
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