LONDRES | 7 DE JULIO DE 2013
En el océano alrededor
del Polo sur se extinguirá en los próximos siglos el krill antártico, un
crustáceo que es importante fuente de alimentación de ballenas, pingüinos y
otras especies animales, por la acidificación de los mares a raíz del aumento
de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto fue
pronosticado por biólogos encabezados por So Kawaguchi del Antarctic Climate
and Ecosystems Cooperative Research Centre en Tasmania, en un artículo
publicado en la revista “Nature Climate Change”. Para el año 2100, en algunas
regiones podría nacer la mitad de ejemplares de krill, un pequeño crustáceo de
alto valor nutritivo, en comparación con la actualidad. Si no se reduce la
emisión de dióxido de carbono, la población de krill en los mares antárticos
podría colapsar para el año 2300, lo que tendría consecuencias devastadoras
para todo el ecosistema.
Embriones en Co2
Kawaguchi y colegas
investigan desde hace alrededor de una década el krill (Euphausia superba).
Para el estudio presentado ahora, recolectaron ejemplares del océano Antártico
y los mantuvieron en un acuario. Huevos de este crustáceo, producto de la
fecundación natural, fueron colocados en 11 recipientes diferentes con agua de
mar, en los que los biólogos realizaron pruebas con diferentes concentraciones
de dióxido de carbono. Dependiendo de diversos escenarios climáticos previstos
para el futuro, el agua de mar puede acidificarse a diferentes niveles,
dependiendo de la cantidad de dióxido de carbono que deba absorber de la
atmósfera.
En el agua, el dióxido de carbono se convierte en ácido carbónico,
que baja el pH, lo que significa que se produce una acidificación. Además, el
CO2 es muy soluble en aguas frías. Ocho días después de la puesta de los
huevos, los científicos contaron cuántos ejemplares de krill nacieron. En el
agua, que era sólo apenas más ácido que en la naturaleza, se producía
aproximadamente la misma cantidad de nacimientos que en el océano. Pero en las
muestras en las que el agua contenía grandes cantidades de ácido carbónico, la
tasa de nacimiento bajó al 20% en comparación con el grupo control. “Además, un
nivel elevado de dióxido de carbono en el mar retrasó el desarrollo de los
embriones”, indicaron los especialistas.
Posible Extinción
La futura concentración
de dióxido de carbono en el agua de mar alrededor del continente antártico
podría ser heterogénea, tanto horizontal como verticalmente. Esto implica que
el agua podría presentar una acidifición diferente a diferentes profundidades y
en distintos lugares.Por este motivo, los expertos realizaron mapas de riesgo,
en los que se ve que el mar de Weddell, en el mar del rey Haakon VII al este de
la Antártida y a lo largo de la costa oeste del continente la situación será
particularmente crítica para el krill en el año 2100, ya que la tasa de
reproducción se reducirá a la mitad en comparación con la actual, aún si se
estabiliza la emisión de dióxido de carbono a nivel mundial. Para el año 2300
el pronóstico es muy desalentador, ya que alrededor de toda la Antártida el krill
prácticamente se habrá extinguido, según los pronósticos.
Fuente: El
Comercio
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