MADRID | 23 DE JULIO DE 2013
Un grupo de
investigadores de la universidad escocesa de Saint Andrews ha descubierto
nuevas evidencias que prueban que los delfines se llaman unos a otros por el
nombre. Su estudio ha revelado que estos mamíferos marinos utilizan un silbido
único para identificarse entre ellos. Cuando un delfín escucha que otro está
imitando su señal acústica, responde a esa llamada repitiendo el sonido. El
estudio, referido en concreto a la especie Tursiops truncatus, ha sido
publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, según
recoge la BBC.
Hace tiempo que se
sospechaba que los delfines se servían de silbidos distintivos para
identificarse, de un modo similar al que los humanos utilizan los nombres.
Antiguas investigaciones habían probado que estos animales recurrían a menudo a
estas llamadas y que los miembros de un mismo grupo eran capaces de aprender a
imitar sonidos no habituales. No obstante, esta es la primera vez que se ha
demostrado que los delfines responden cuando son llamados por su nombre. Para
la investigación, los científicos grabaron a un grupo de delfines Tursiops y
capturaron la señal acústica identificativa de cada animal. Después,
reprodujeron estos sonidos mediante altavoces acuáticos. Así descubrieron que
los especímenes solo respondían a su propia señal, imitándola.
El equipo de científicos
sostiene que es un comportamiento típico de humanos. El doctor Vincent Janik,
de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la universidad de Saint
Andrews, apunta que esta habilidad probablemente ayude a los animales a
mantenerse unidos en un grupo en su vasto hábitat acuático. "La mayor parte del tiempo no pueden
verse, ni pueden olerse debajo del mar, y el olfato es un sentido muy
importante para que los mamíferos se reconozcan", explica el doctor Janik,
"Tampoco tienden a quedar en un lugar concreto, así que no tienen nidos o
madrigueras a las que volver".
Los investigadores creen
que esta es la primera vez que se reconoce este comportamiento en un animal,
aunque existen estudios que sugieren que algunas especies de loros utilizan
sonidos para identificar a sus compañeros de grupo. El doctor Janik afirma que
entender cómo esta habilidad ha evolucionado en paralelo en diferentes especies
podría proporcionarnos más información sobre cómo se ha desarrollado la
comunicación entre los humanos.
Fuente: El
País
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