* Imagen ilustrativa |
Por: Marcelo Pérez Rodríguez
Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional
MERIDA, YUCATAN | 29 DE JULIO DE 2013
Lamentables, tristes y
dolorosas han sido las recientes muertes de dos perros guardianes “mestizos”
abandonados a su suerte por sus dueños, uno amarrado y el otro suelto en el
patio, pero ambos sin agua ni comida y, peor, expuestos al fuerte calor.
¿Qué está pasando con
algunos o muchos adultos que sin pena ni remordimiento alguno dejan a sus
perros amarrados con sogas, sin alimento y bajo las inclemencias del tiempo?
Hay, al parecer, falta de sensibilidad y afecto hacia los animales. Si una mascota
-perro, gato, pez, pajarillos- está en la casa, es necesario atenderlo, darle
comida, agua y las atenciones típicas de su especie. Si uno carece de tiempo
porque trabaja muchas horas al día, si los espacios de la casa son reducidos o
las personas salen con frecuencia y no se puede atender a un animal, entonces
no hay que tener mascotas, pues los animales requieren compañía, afecto y
alimentación.
Es cruel dejar a un perro
amarrado con soga o cadena en el patio o en el frente de la casa durante horas,
a diario o cuando se sale varios días, y escucharlo aullar lastimeramente.
Muchas veces los perros están, además de amarrados, solitarios, sin ver a
persona alguna, con escasa comida, con poca agua y bajo los ardientes rayos
solares o de la lluvia.
Eso les sucedió a los dos
nobles guardianes “Ramiro” y “Mestizo”, quienes murieron por falta de alimento
y de agua, y por insolación. ¿En qué estaba pensando la pareja de jóvenes, amos
de “Ramiro”, al dejar sin comida ni agua y amarrado a este negro guardián durante
días en su domicilio en la colonia Bellavista del Sur? ¿Por qué no encargar con
algún vecino o en un lugar específico a su fiel mascota? Ahora, por la mortal
negligencia, esta pareja tendrá que enfrentarse a las leyes por maltrato y
abandono animal. El otro guardián murió en el patio de una casa del Paseo de
las Fuentes, pues se le dejó también sin comida ni agua durante varios días y
bajo el candente sol.
* Imagen ilustrativa |
En este caso sí hay
testigos, una denuncia en Ayuntatel e incluso fotografías, aunque el cadáver del
noble perro haya desaparecido para borrar las evidencias de maltrato, se
debería poner una denuncia penal para que el dueño responda ante este cruel
abandono. Es paradójico que los vecinos de los dos nobles guardianes hayan
querido más a estas mascotas que sus propios dueños. Por eso los niños, vecinos
de “Ramiro”, con esa sensibilidad infantil, lloraron cuando se levantó el
cadáver de la infortunada mascota.
Hay que sensibilizarnos
más hacia la naturaleza y los animales. No podemos olvidar que los animales
sienten y también se ponen tristes y se estresan ante los malos tratos que les
demos. Si tenemos mascotas hay que brindarles compañía, afecto y alimentación.
Y, sobre todo, no amarrarlos ni encadenarlos al patio o frente a la casa sin
protección contra el sol o la lluvia. Si los perros están considerados los
mejores y más fieles amigos del hombre, ¿por qué las personas no nos
convertimos en los mejores amigos de los canes y las mascotas que tengamos?
Ante las crueles negligencias y maltratos contra los animales, las leyes deben
sancionar a los culpables con ejemplares castigos.
P.D.- Mientras escribo
estas líneas escucho aullar al perro del vecino que tiene amarrado a su pequeña
mascota gris frente a su casa. Ya hay una denuncia en Ayuntatel (calle 41 del
fraccionamiento Francisco de Montejo).- Mérida, Yucatán. marpero53@yahoo.com.mx
Fuente: Diario
de Yucatán
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