MÉXICO | 10 DE JULIO DE 2013
Los pesticidas prohibidos
están controlados en naciones de primer mundo por sus impactos en la salud y en
el medio ambiente; sin embargo, en países en desarrollo permanecen sin
vigilancia y continúan usándose, a pesar de que existen normas oficiales.
Resultados de investigaciones realizadas por el doctor Ángel Polanco Rodríguez,
del Centro de Investigaciones Regionales "Doctor Hideyo Noguchi",
demuestran que en el estado de Yucatán aún se manejan agroquímicos prohibidos
y/o restringidos, en especial, los denominados organoclorados (compuestos
químicos orgánicos que han sido modificados reemplazando algunas de sus
partículas por átomos de cloro).
Los organoclorados conforman un grupo de
pesticidas artificiales desarrollados principalmente para controlar las
poblaciones de insectos plaga. Estos pesticidas, una vez aplicados en
actividades agrícolas pueden subsistir por años o décadas en el aire, en los
suelos y en el agua, por ello se les conoce como "Contaminantes Orgánicos
Persistentes" (cop).
"La llamada revolución verde a nivel
internacional usó grandes cantidades de pesticidas para asegurar la
autosuficiencia alimentaria, sin embargo, actualmente se están pagando costos
muy altos en materia de salud pública y medio ambiente", informa el doctor
Polanco Rodríguez, quien es investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán,
UADY.
Estos pesticidas son productos sintéticos que imitan las funciones de las
hormonas naturales del ser humano, y pueden entrar al cuerpo a través del agua
que se bebe, los alimentos que se consumen, por vía cutánea o por inhalación,
acumulándose en el tejido graso.
Al empezar a actuar en el ser humano, inician
un proceso químico-biológico que va suplantando la acción natural de las
hormonas, interfiriendo en su producción, liberación, transporte y unión a
receptores específicos, bloqueando la acción hormonal natural, y predisponiendo
al desarrollo de procesos cancerígenos.
Estas alteraciones pueden desarrollar
problemas de salud pública como cáncer cervicouterino o mamario, malformaciones
congénitas, muerte fetal o infantil. Lo anterior, asegura el investigador, está
ampliamente reportado en la literatura científica internacional y en diversas
entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Agencia de
Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), así como
por diversos centros e institutos internacionales de investigación sobre el
cáncer y enfermedades asociadas a estos contaminantes.
Yucatán, por encima de la media nacional
Centro de Investigaciones Hideyo Noguchi |
"En Yucatán, el
cáncer cervicouterino y el de mama han ocupado el primero y segundo lugar como
causa de muerte en mujeres mayores de 25 años; las tasas de mortalidad de estas
enfermedades han estado por arriba de la media nacional y en los primeros
sitios del país. Estas enfermedades pueden estar relacionadas con el uso de los
pesticidas organoclorados", advierte el investigador.
Con el objetivo de
buscar soluciones a estos problemas de salud pública, el doctor Ángel Polanco Rodríguez
realiza un trabajo científico monitoreando los niveles de pesticidas en sangre
y leche materna. En un estudio concluido el año pasado y con apoyo del Conacyt,
a partir de una muestra de 132 casos de mujeres con cáncer, el equipo de
investigadores realizó pruebas sanguíneas a 70 mujeres enfermas en los
municipios de más alta prevalencia de Yucatán.
Los resultados de sangre
mostraron 94% de positividad a residuos de pesticidas y 53% tuvo
concentraciones por arriba de los límites máximos permitidos, según las normas
oficiales. El análisis de leche materna de 32 muestras de mujeres reveló 100%
de positividad a residuos de pesticidas y 97% por arriba de los límites máximos
permitidos.
Estudian también los cenotes
En otra línea de
investigación, el doctor Polanco Rodríguez analiza y evalúa la presencia de
este tipo de pesticidas en el agua del anillo de cenotes de 11 municipios de
Yucatán. Las investigaciones aportarán nuevo conocimiento que informe a la
sociedad y a las autoridades si existe presencia de este tipo de pesticidas en
esos lugares.
Los trabajos científicos cubren un total de 29 municipios de
áreas rurales del estado de Yucatán. "Cabe resaltar que estos estudios han
sido posibles gracias al financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, Conacyt", afirma el Químico Biólogo Bromatólogo Ángel Polanco,
quien tiene una maestría en Manejo y Conservación de Recursos Naturales
Tropicales en el campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UADY.
El
proyecto de investigación advierte que, en Yucatán, el uso de estos plaguicidas
es frecuente en la producción de chile habanero, papaya, frijol, calabaza,
tomate, pepino, sandía, melón, maíz y cítricos, entre otros. "Los
agroquímicos organoclorados que se han detectado y que presentan alto riesgo
para la salud son: ddt, aldrín, endrín, dieldrín, endosulfán i, endosulfán ii,
heptacloro, alfa lindano, beta lindano, gama lindano y delta lindano",
concluye el investigador. Su correo electrónico: polanco07@gmail.com y
angel@uady.mx
Fuente: Noticias
Terra
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