NUEVO LEÓN | 1 DE ABRIL DE 2014
Los niños de 6 y 7 años,
de primero y segundo grados, caminaban en fila. De pronto un estruendo seguido
de gritos de histeria asustó a todos. Los sismos habían cuarteado la escuela,
pero nunca imaginaron que terminaría por dañar parte del techo.
“Nos quedamos
helados cuando vimos el derrumbe. De milagro los pedazos que cayeron no mataron
a las criaturas. Y, como no hubo muertos, aquí seguimos. Nos harían más caso si
nos hubiera pasado algo, pero como no quedamos enterrados, la SEP nos exige
continuar en el mismo edificio”, dijo Verónica Garza Tamez, encargada de la
primaria Revolución, en el Ejido El Llano, ubicado a unos 100 kilómetros al
sureste de Monterrey, en la región citrícola, donde los temblores son más
intensos.
Desde que Petróleos Mexicanos (Pemex) empezó a perforar cientos de
pozos para extraer gas shale mediante el método de fractura hidráulica
(fracking), los sismos se han multiplicado y han cuarteado las casas de
alrededor de 200 habitantes, y decenas de viviendas y edificios se están
derrumbando a lo largo de la Cuenca de Burgos, la reserva de gas natural más
importante del país, que abarca 10 municipios de Nuevo León y comprende 402
pozos de los 652 perforados por Pemex.
Este municipio está rodeado por los
trabajos de exploración de hidrocarburos que la paraestatal está desarrollando
contratada por empresas trasnacionales extranjeras. Al norte colinda con Los
Ramones, al oriente con China y al sur con Linares, Montemorelos y Tamaulipas,
lugares que en conjunto, forman el epicentro donde se han registrado los sismos
más fuertes. "Están perforando cantidad de pozos. No
estamos tan brutos para no saber que estos temblores son por los pozos que
Pemex anda haciendo. Son las consecuencias. Y nos dicen que van empezando. Al
final, todos vamos a terminar enterrados", dijo la maestra Verónica Garza Tamez,
con nueve años en la escuela donde se produjo el derrumbe.
Demanda de ecologistas
Una veintena de
organizaciones civiles, encabezadas por el Comité Ecológico Pro Bienestar, se
declararon en contra del fracking utilizado por Pemex. Los activistas critican el inexplicable silencio institucional y el
secreto de Estado sobre el uso del fracking y piden la intervención de los
diputados para determinar responsabilidades a fin de asumir los gastos por
daños:
“Exigimos a las autoridades competentes que se reparen de inmediato los
estragos evidentes derivados de las actividades de fracking que realiza Pemex
para obtener gas shale, y que se suspendan las mismas para evitar la pérdida de
vidas humanas, la contaminación agresiva con que se está afectando el ambiente,
así como el daño irreversible que está impactando nuestros recursos naturales”.
Los ecologistas, encabezados por Guillermo Martínez Berlanga, han solicitado la
comparecencia ante el Congreso de Fernando Gutiérrez Moreno, titular de la
Secretaría de Desarrollo Sustentable de Nuevo León: “Se ha rebasado
exponencialmente el límite de sustentabilidad ambiental al efectuarse fracking
en el estado; el Martínez Berlanga debe ser llamado a comparecer para que
responda fehacientemente sobre el otorgamiento a Pemex de la o las
autorizaciones que expidió para tales actividades y manifieste quién se hará
responsable y pagará todos los daños ocasionados a la población afectada y
quién se hará cargo del saneamiento de los espacios contaminados con sustancias
tóxicas”, concluyen.
Fuentes: El
Mañana
Periódico Regeneración
Periódico Regeneración
No hay comentarios:
Publicar un comentario