MÉXICO | 10 DE SEPTIEMBRE DE 2013.
Un nuevo estudio de los
hábitats invernales de las mariposas monarca en el centro de México concluye
que la tala de árboles en pequeña escala es peor que lo que se imaginaba y
pudiera estar contribuyendo a amenazas que enfrentan esos insectos en su
singular ruta de migración.
La zona clave de 13 mil 550 hectáreas (33 mil 482
acres) de la reserva perdió 16.6 hectáreas (41 acres) de pinos y abetos en lo
que va del 2013, aproximadamente la mitad a causa de tala ilegal, dice el
estudio realizado por Omar Vidal, jefe del capítulo mexicano del Fondo Mundial
de la Fauna. El resto de la pérdida se debió a sequía y la destrucción de
árboles para combatir plagas.
El gobierno mexicano ha tomado estrictas medidas
para proteger el hábitat de las monarcas en años recientes, al cerrar
aserraderos y restringir el paso de camiones de tala, taladores comerciales y
su equipo. Como resultado, la reserva alcanzó un hito en el 2012, cuando
fotografías aéreas no encontraron apenas deforestación detectable debido a la
tala el año previo. La noticia fue recibida con beneplácito como señal de que
las autoridades habían frenado la tala de árboles, que en su momento pico en el
2005 deforestó hasta 461 hectáreas (mil 140 acres) anuales de la reserva.
Problema persistente
Pero
el análisis comparativo en el estudio de fotos aéreas tomadas con diferencia de
una década mostró que la tala en pequeña escala no ha desaparecido. Demasiado
pequeñas para ser notadas en comparaciones anuales, las pérdidas reflejadas en
el estudio fueron descubiertas comparando fotos del 2001 con fotos del 2011. "La
tala de árboles a pequeña escala es un problema grave y creciente para la
conservación de los santuarios de las mariposas monarca", denunció el
reporte. Atribuye casi la mitad de las pérdidas totales en el 2012 — unas
cuatro hectáreas (10 acres) a tala en pequeña escala, a menudo por residentes
de las montañas que buscan leña para fuego o madera para construcción.
Unas 27 mil personas
viven en las pequeñas comunidades agrarias que en muchos casos poseen tierras
en la reserva. Mientras que los taladores comerciales pueden ser capturados y
enjuiciados, lidiar con residentes locales pobres que ocasionalmente usan o
venden madera de sus tierras pudiera ser mucho más difícil.
"Uno de los
principales factores que nos van a permitir eliminar este problema son las
propias comunidades", dijo el director de las reservas naturales de
México, Luis Fueyo. Vidal dijo que se debe pagar a las comunidades locales para
compensarlas por no cortar árboles, así como por proteger y reforestar el área.
Los bosques de pinos y abetos en la reserva ubicada al occidente de la Ciudad
de México son como una especie de manta para los millones de mariposas monarca
que migran cada año desde Canadá y Estados Unidos, protegiéndolas de la lluvia
y temperaturas frías mientras se aglutinan en enormes grupos en las ramas. La
migración de las monarcas está severamente amenazada.
Un reporte en marzo dijo
que el número de mariposas que llegaron a México este año había caído 59%, el
nivel más bajo desde que comenzaron a mantenerse registros hace 20 años. Fue el
tercer año consecutivo de declinación. Seis de los últimos siete años han
registrado bajas y hay ahora apenas una decimoquinta parte del número de mariposas
que había aquí en 1997.
Todos los expertos subrayan que la deforestación en
México no es el único problema. Quizás más peligroso para las mariposas es la
desaparición gradual en Estados Unidos de la única planta en la que las
monarcas depositan sus huevos, las asclepias, debido al uso de pesticidas y
cambios en las cosechas y el uso de tierras. Vidal dijo que aunque México lidia
con sus problemas, Estados Unidos debe también hacer más para garantizar la
salud de las monarcas.
Fuente: Noticias
Terra
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