SANTIAGO DE CHILE | 3 DE SEPTIEMBRE DE
2013
Cada año, a partir del 1
de septiembre y durante seis meses, cerca de 20.000 delfines son asesinados o
capturados en las costas de una pequeña isla en Japón. Luego son vendidos vivos
a centros turísticos y acuarios en todo el mundo, o como carne en supermercados
locales. Por estos días, animalistas se congregan en esa pequeña bahía para
luchar por poner fin a las sangrientas escenas.
Activistas y animalistas de
todo el mundo están preocupados, y en las redes sociales ya han comenzado a
difundirse las primeras alertas sobre lo que está ocurriendo por estos días en
Japón. Y es que el primero de septiembre es el día en que comienza, en un
pequeño pueblo llamado Taiji, en la isla de Honshu, costa sureste de Japón, la
temporada de caza de delfines.
Las imágenes son
dantescas.
En una pequeña bahía, los barcos avanzan unos metros mar adentro y
luego se distribuyen a modo de cerco para acorralar a los animales que quedan
atrapados cerca de la orilla. Entonces ocurre la barbarie, los delfines que
nadan en aguas de poca profundidad son apuñalados por los pescadores con
arpones y largos cuchillos. La superficie del mar se tiñe de rojo mientras los
mamíferos intentan escapar despavoridos, varios de ellos heridos y quedando
atrapados entre las redes que cuelgan de las embarcaciones.
Durante una temporada de
seis meses, cerca de 20.000 delfines son cazados de esta manera para que su
carne sea vendida posteriormente en supermercados y restaurantes. Cada animal
puede generar ganancias de hasta US$500.
Otros de estos mamíferos capturados en Taiji -con un poco de mejor
suerte- son vendidos vivos por miles de dólares a acuarios y centros turísticos
en Japón, China, Corea del Sur, Irán y Dubai en los Emiratos Árabes Unidos.
Esta terrible cacería ha quedado manifiesta en el documental ganador de un
Oscar “The Cove” (2009) grabado por un grupo de activistas que tuvo que hacer
lo imposible para introducirse en esta área que a menudo está resguardada y
vigilada.
Este año, bajo la
consigna “Japón, te estamos mirando” las organizaciones animalistas han llegado
hasta las costas de Taiji para impedir que se inicie la cacería. Hasta el
momento han logrado tener éxito.
A través de las redes sociales, los activistas
han informado que los barcos pesqueros han retornado a la orilla vacíos y que
por el momento las campañas han resultado fructuosas. A la vez, han comenzado a
circular en la red peticiones que buscan recolectar firmas para que este tipo
de prácticas sean prohibidas y sancionadas.
Este martes, un video fue
subido a YouTube en donde aparece un grupo de activistas que, con pancartas y
consignas, intentan impedir que los pescadores se acerquen a los delfines. Uno
de ellos rompe en llanto supuestamente al escuchar los chillidos de los
animales que huyen por sus vidas. Los medios japoneses han dado cuenta de las
movilizaciones ciudadanas que han surgido en los últimos días a raíz de lo que
está pasando en Taiji.
El sábado, en Tokyo, varios activistas se reunieron con
pancartas para emplazar al gobierno japones por este tipo de prácticas. ”Los
japoneses son responsables de detener bárbara caza de delfines de nuestro
país”, señaló a la prensa Toshiaki Morioka, jefe de la organización Acción para
los Mamímeros Marinos que convocó la manifestación.
Fuente: El
Mostrador
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