COLOMBIA | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2014
El pasado mes de abril Muñeca
fue víctima del maltrato animal. Mientras jugaba en una zona verde del barrio
Protecho, en la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá, un contratista de la
empresa Aseo Capital cortó sus patas con una guadañadora (máquina cortadora de
césped). Tres le fueron amputadas y una sufrió una fractura en la tibia.
Muñeca perdió la movilidad y su estado de salud se deterioró. Pasó por varias
cirugías y largas hospitalizaciones en la clínica veterinaria Dover. También
fue centro de atención de los medios de comunicación y de algunos personajes de
la farándula criolla como ‘La gorda’ Fabiola.
Han pasado casi cinco
meses desde aquel episodio y la perrita Muñeca quedó en el olvido. KienyKe.com
la buscó para saber en qué va su proceso de recuperación y si Aseo Capital ha
cumplido a cabalidad su compromiso. El veterinario Henry Benavides de la
clínica Dover, donde la perrita Muñeca ha permanecido desde el
incidente, explica que ha tenido varios cambios representativos. “Ella está
bien entre comillas porque sufrió la amputación de tres extremidades. Pero su
evolución médica y de comportamiento ha sido favorable”, dice. Benavides
también reconoce que sufrió un trauma y ha soportado mucho dolor.
En la actualidad, Muñeca,
de 18 meses aproximadamente, logró superar que su esófago se estrechara y le
impidiera comer e incluso respirar. También ha mejorado las relaciones con los
humanos. Aunque prefiere la compañía de las mujeres. Camina, juega con otros
perros y se atreve a escarbar en la tierra. Así es la nueva vida de Muñeca.
Dificil proceso de resocialización
“Muñeca no
soportaba que las personas se le acercaran. Era agresiva y estaba a la
defensiva. Pero era su manera de decir: ¡No me hagan daño!”, dice Paula Hoyos,
veterinaria de la guardería Mi Refugio Canino. Los lunes, miércoles y
viernes la perrita madruga para ir a Mi Refugio Canino, un lugar
especializado que lleva siete años cuidando y entrenando perros. La ruta, donde
ella y más de 20 perros escuchan música relajante en el camino, la recoge a las
siete de la mañana en la clínica Dover.
Su primer día en la
guardería fue el pasado 11 de agosto, luego de que Paula Hoyos y Luis Gabriel
Corredor, veterinarios y propietarios de Mi Refugio Canino, y sus perros
Agaton y Freiya, de raza bernés de la montaña, le hicieran una visita. Muñeca
se sintió segura junto a la familia. Al principio solo socializó con cuatro
perros, todos de carácter dócil, poco temperamentales y extrovertidos. Además,
su trato con las personas fue restringido. Entre la segunda y tercera semana
convivió con perros un poco más juguetones. Pasó el tiempo y logró socializar
con todos los perros y estar más cerca de los humanos.
Ella no oculta su empatía
con Luis Gabriel. Se deja cargar y consentir sin problema. Pero lo más
importante de su paso por la guardería es la recuperación de la movilidad. Muñeca
volvió a caminar con alguna dificultad. Esto gracias a la fisioterapia activa
que le permitió que el metabolismo se activara y sus músculos se fortalecieran.
Es más autónoma e incluso juega con sus compañeros a revolcarse. Es difícil
definir su carácter pero Paula y Luis Gabriel aseguran que es cariñosa, tierna
y sociable. Además es un animal que ya no tiene miedo, fuerte y equilibrado.
Prótesis estadounidenses
Desde Estados Unidos
llegarán las prótesis que harán que la perrita Muñeca camine con mayor
facilidad y recupere su postura natural. Fueron hechas a partir de
radiografías, videos y moldes especiales. Según Benavides, las piezas tuvieron
un costo de 4.000 dólares y requieren un mantenimiento anual que cuesta 500
dólares.
El futuro de Muñeca
es incierto. Su tratamiento es costoso. “En algún momento los responsables se
van a limpiar las manos y no van asumir la propiedad de ella. Muñeca necesita
cariño, afecto y cuidado. Ella es de todo el mundo pero al mismo tiempo no es
de nadie”, confiesa Benavides.
Fuente: Diario
Vanguardia
Fuente del Video: YouTube
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