Por: Esteban Galisteo Gámez
ESPAÑA | 22 SEPTIEMBRE 2014
El Toro de la Vega fue el
pasado 16 de septiembre y justo una semana después, comienzan las becerradas
cadafaleres de Algemesí. Concretamente, empiezan mañana y también se celebran
el miércoles. Estas becerradas forman parte de las actividades que componen el
calendario de la Setmana de bous d'Algemesí, un festejo que antiguamente
se celebraba en honor a la Virgen de la Salud.
Si el Torneo del Toro de
la Vega es cruel, aquí el nivel se eleva algo más. Las becerradas de Algemesí
consisten en banderillear a varios becerros hasta darles muerte con el estoque.
Los animales son de menos de dos años de edad, totalmente inofensivos y
asustadizos.
Si tuviéramos estómago
para ello, podríamos hacer una ruta del terror en España, recorriendo
lugares en los que buena parte de sus habitantes disfrutan torturando animales,
sean crías o adultos, en un ambiente siniestro y sórdido. Tordesillas y
Algemesí podrían ser sus capitales, aunque hay más pueblos y ciudades que
también serían buenas candidatas.
Desde fuera, Algemesí y
Tordesillas parecen normales. La primera es una pequeña ciudad, el segundo un
pueblecito. Sin embargo, tienen tradiciones oscuras que intentan ocultar a los
ojos del mundo, procurando evitar que sean grabadas con cámaras. El ocultismo
es una tradición muy apropiada para las aberraciones. No siempre lo consiguen
y, por ello, en el mundo sabemos muy bien las majaderías con las que se
entretienen sus vecinos. Sus habitantes mantienen la misma actitud que los
habitantes ficticios de los pueblos de las películas de terror. Buena parte de
estos cometen crímenes sanguinarios y crueles, o tal vez son monstruos
(vampiros, demonios, etc.).
Vamos a imaginarlo: un
forastero que pasea por el pueblo a plena luz del día, no notará, en principio,
nada extraño. Tal vez vea alguna señal, la cual atribuirá a la idiosincrasia de
los habitantes del lugar. Lo que no sabe es que estas gentes ocultan un oscuro
secreto. En Tordesillas y Algemesí es un acto de barbarie contra animales, en
las películas de terror son cosas como asesinatos, sacrificios humanos, ritos
satánicos, etc. Al igual que ocurre en estas, entre los siniestros habitantes
de Tordesillas y Algemesí, viven ocultas unas cuantas personas decentes. No
importa si son mayoría o minoría: tienen miedo a las represalias. Sufren en
silencio, impotentes y sin poder hacer nada.
En las películas, los que
intentan hacer algo, acaban muriendo; en Tordesillas y Algemesí es probable
tengan que abandonar el pueblo. Lo único que diferencia a los pueblos de las
películas de terror de Tordesillas, Algemesí y otros lugares siniestros de la
geografía española, es el tipo de acto deleznable que se comete. Por lo demás,
la atmósfera de aquellos lugares, propiciada por parte de sus habitantes, con
sus consistorios a la cabeza, es idéntica a la atmósfera de los pueblos de las
películas de terror, en los que sus gentes son personajes siniestros que
ocultan algún secreto terrorífico.
Fuente: Blasting News
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