MADRID | 9 DE SEPTIEMBRE DE 2014.
La concentración de gases
de efecto invernadero —cuyo incremento provoca el cambio climático— presentes
en la atmósfera alcanzó un máximo sin precedentes en 2013, según informó ayer
la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su boletín anual. El dióxido de
carbono (CO2), el gas que más contribuye a este efecto, aumentó su
concentración a un ritmo que no se había registrado en casi 30 años, precisó el
secretario general de la OMM, Michel Jarraud durante la presentación en
Ginebra, y añadió: “Se nos está agotando el tiempo”.
Las observaciones de la
OMM señalan que las concentraciones de dióxido de carbono (CO2), metano
(CH4) y protóxido de nitrógeno (N20) alcanzaron nuevos máximos en 2013. Además, la tasa de aumento del dióxido de
carbono atmosférico entre 2012 y 2013 representó el mayor incremento
interanual del período 1984-2013. En 2013, la concentración de CO2 en la
atmósfera representaba el 142% de lo que era en la época preindustrial (año
1750). Las concentraciones de metano y protóxido de nitrógeno representaban
respectivamente un 253% y un 121% respecto a entonces.
El boletín de la OMM
indica igualmente que la capacidad de la Tierra de conservar la energía solar o
rebotarla al espacio, un fenómeno que contribuye al calentamiento global,
aumentó un 34% entre 1990 y 2013, a causa de los gases de efecto invernadero
como el CO2, el CH4 y el N20. El océano absorbe en la actualidad una cuarta
parte de las emisiones totales de CO2, y la biosfera otro cuarto, lo que limita
el incremento de este gas en la atmósfera. No obstante, advierte la OMM, la
mayor cantidad de gases en los océanos "tiene un impacto de gran
alcance", ya que contribuye a la acidificación, dañina para los
ecosistemas marinos, y por extensión para la pesca, el turismo o el modo de
vida de poblaciones autóctonas.
Cada día, los océanos
absorben unos cuatro kilos de CO2 por persona, detalla la OMM, detallando que
el ritmo de acidificación no tiene precedentes en los últimos 300 millones de
años. "El dióxido de carbono se mantiene durante cientos de años en
la atmósfera y todavía más tiempo en el océano. El efecto acumulado de las
emisiones pasadas, presentes y futuras de este gas redundará a su vez en el
calentamiento del clima y la acidificación de los océanos", advirtió
Jarraud. Es la primera vez que el boletín anual de la OMM incluye una sección
sobre la acidificación de los océanos (afectando a los organismos marinos), un
proceso que seguirá acelerándose en el futuro.
El dióxido de carbono es
el principal responsable del calentamiento del clima. Su concentración en la
atmósfera aumentó en 2013 en 2.9 ppm (partes por millón), lo que representa el
mayor incremento interanual desde 1984. El CO2 se origina con la combustión de
materias fósiles y con la deforestación. El metano es el segundo gas de efecto
invernadero más importante. Alrededor del 40% de las emisiones de dicho gas en
la atmósfera son de origen natural (zonas húmedas, termitas, etc) y
el 60% de origen humano (ganadería, cultivos de arroz, explotación de
combustibles fósiles, vertederos, etc).
El informe fue publicado
el 9 de septiembre, días antes de la cumbre del clima del 23 de septiembre en
Nueva York, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para
preparar las negociaciones del año que viene en París, donde se espera alcanzar
un acuerdo histórico que entre en vigor en 2020.
La ONU quiere limitar el
calentamiento global a dos grados centígrados respecto a la época
preindustrial. Sin embargo, muchos científicos afirman que a la vista de los
niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán
aumentado al final de este siglo en más de cuatro grados respecto a la época
preindustrial.
Fuentes: El
País
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