MADRID | 23 DE SEPTIEMBRE DE 2014
El hielo marino del
Ártico parece haber alcanzado su extensión mínima para este año, siendo la
sexta más reducida desde que comenzaron las mediciones por satélite en
1979. No obstante, está ligeramente por encima de la extensión mínima alcanzada
en 2013 (5,10 millones de kilómetros cuadrados) y, sobre todo, del récord que
se alzandó el 16 de septiembre de 2012, cuando el hielo marino se quedó por
debajo de los 3,5 millones de kilómetros cuadrados.
Según los datos
preliminares divulgados por el Centro Nacional para la Nieve y el Hielo (NSIDC,
en sus siglas en inglés), la extensión mínima se alcanzó el pasado día 17 de
septiembre, con una superficie de 5,02 millones de kilómetros cuadrados. A
partir de ese día las señales parecen indicar que el hielo marino ha comenzado
su ciclo anual de crecimiento, en respuesta al sol poniente y la caída de las
temperaturas.
La extensión mínima se ha alcanzado dos días después que la media
entre 1981 y 2010, que era el 15 de septiembre. No obstante, los datos son
provisionales, pues un cambio de vientos en el Ártico aún podría juntar los
témpanos reduciendo la extensión del hielo por debajo del mínimo anual actual.
Se mantiene tendencia a la baja
A pesar de que el mínimo
de este año se sitúa en 1,61 millones de kilómetros cuadrados por encima del
récord de extensión mínima del hielo, en 2012, lo que supone casi un 50 por
ciento más de hielo, lo cierto es que si lo comparamos con la media entre 1981
y 2010, las cuentas salen negativas, pues el hielo marino al final del verano se
ha reducido en 1,2 millones de kilómetros cuadrados.
La contención del hielo
este año no rompe, por tanto, la tendencia a la baja que se viene
produciendo desde finales de la década de los 70, con un descenso por
década de alrededor del 12% en la extensión del hielo marino, una
disminución que se ha acelerado a partir de 2007. Además, en el Ártico
predomina ahora un hielo joven y fino, que es más vulnerable al deshielo
estacional, por lo que se espera que el declive de su extensión a final del
verano continúe en los próximos años.
En comparación con 2013,
este año la capa de hielo se mantuvo más extensa sobre los mares de Barents y
de Kara. La característica más notable fue la falta de hielo al norte del mar
de Laptev. Este año también fue inusual con respecto a los años anteriores
porque el Paso del Noroeste permaneció cerrado. En el otro lado del Ártico, el
Pasaje del Noreste estuvo abierto con poco hielo en la mayor parte de la ruta
de navegación a lo largo de la costa de Siberia.
Situación distinta en la Antártida
Mientras tanto, en la
Antártida la situación es completamente diferente. Si bien es demasiado pronto
para decir si el hielo marino en la Antártida ha alcanzado su máximo anual para
el invierno, éste se mantuvo en niveles récord diarios durante la mayor parte
del año.
El 19 de septiembre, el
promedio de la extensión del hielo superó los 20 millones de kilómetros
cuadrados por primera vez en los últimos 35 años, desde que hay mediciones
por satélite. La extensión del hielo es superior a la media en casi todos los
sectores de la Antártida, en particular en el Mar de Ross y el Océano Índico.
Cerca de la media la extensión del hielo se produce al sur de América del Sur
en el norte del Mar de Bellingshausen y en una pequeña región al sur de
Australia.
Fuente: ABC
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