PERÚ | 21 DE SEPTIEMBRE DE
2013
La Fiesta de Santa
Efigenia, o "Fiesta del gato" en Perú, en la que unos 100 de estos
felinos son sacrificados para consumo humano, generó la protesta de defensores
de los animales, que pugnan por evitar la celebración prevista para este fin de
semana. El poblado La Quebrada en el distrito San Luis, 140 km al sur de Lima,
será este sábado y domingo escenario del festejo en honor a Santa Efigenia, una
virgen negra traída en tiempos de la colonia por los españoles y venerada desde
el siglo XVII por esclavos negros que se asentaron en esa localidad.
Una de las
manifestaciones de esa celebración popular religiosa, que se realiza anualmente
el tercer sábado y domingo de septiembre, es el consumo de carne de gato, una
costumbre que comenzó en los años 1990 a iniciativa de la población, y que es
rechazada por agrupaciones que defienden a los animales.
"Se trata de una
costumbre cruel, absurda y retrógrada", dijo este miércoles Corinne
Schirmer, de la Asociación Unidos por los Animales (UPA) que ha iniciado, junto
con otras entidades como Acción Antiespecista, una campaña para abolir la
ingesta de carne de gato.
"No nos oponemos a
la fiesta de Santa Efigenia, pero sí nos oponemos a que se coma gato",
señaló Schirmer, tras señalar que los felinos son torturados y ahogados antes
de ser cocinados. "Hemos comprobado que hay criaderos especiales de gatos
que durante un año son mantenidos en pequeñas e insalubres jaulas donde se les
engorda para estas fechas", añadió.
La dirigente de UPA hizo notar que en
la festividad "se hace una 'carrera de gatos' en que los animales son
atados a cordeles y se les asusta con cohetes para que corran lo más rápido
posible, todo en presencia de un público que incluye niños".
Las reacciones llegaron
incluso al Congreso, donde el legislador José Urquizo dirigió una carta a las
autoridades municipales de La Quebrada y San Luis para impedir la matanza de
gatos. "Los gatos son animales domésticos de compañía y las autoridades
deben cautelar la salud pública y la vida de estos indefensos animales",
señaló Urquizo.
"Esa festividad contraviene la ley de protección a los animales
domésticos y silvestres mantenidos en cautiverio, y quienes la violen pueden
ser sancionados con fuertes sumas de dinero", agregó el legislador. Urquizo señaló que el
consumo de estos animales puede atentar contra la salud pública, porque
"no son considerados como animales de abasto y su carne no se encuentra
dentro de los parámetros de inocuidad"
Por su parte, Yolanda Medina,
alcaldesa de La Quebrada, declaró que el consumo de carne gatuna es "una
costumbre de hace muchos años; la gente ha creado el mito de que comer a los
mininos da larga vida". "Nosotros como municipalidad no nos oponemos
a que se coma gato, la gente que viene encuentra el potaje, nadie los obliga a
comer esa carne", añadió.
Durante la fiesta de Santa Efigenia se preparan
diversos potajes, como "gato al horno con legumbres al aceite al
olivo", "gato frito macerado en pisco o vino", "gato a la
parrilla", "adobado de gato", entre otros.
Fuente: Noticias
Ambientales
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