ALEMANIA | 24 DE SEPTIEMBRE DE 2013
El ruido del tráfico y
las luces artificiales nocturnas hacen que las aves del centro de la ciudad de
Leipzig empiecen a estar activas hasta cinco horas antes que las aves de zonas
más naturales. Estos fueron los resultados de una investigación realizada con
400 mirlos en Leipzig por el grupo de investigación interdisciplinar "Loss
of the night" (La pérdida de la noche), del Centro Helmholtz de
Investigación Medioambiental (UFZ).
El mirlo común era originalmente un
habitante del bosque, pero desde principios del siglo XIX ha llegado a estar
bien adaptado a las condiciones de las ciudades. En la primavera de 2011 y 2012,
en ambos casos durante más de 15 semanas, se registraron datos sobre el
comportamiento de los mirlos en 215 hectáreas de Leipzig. Además, los
científicos utilizaron datos de las estadísticas oficiales para el cálculo de
la distribución de la iluminación artificial y los niveles de ruido del
entorno.
Los científicos encontraron una relación lineal entre la hora a
la que se despertaban los mirlos y los niveles de luz artificial durante la
noche, pero que se detenía al llegar a un umbral. El motivo, explican, es
que los mirlos necesitan que sus cantos (que marcan territorio) se oigan, y por
ello deben realizarlos en horas del día sin demasiado ruido ambiental. Los
pájaros madrugadores madrugan más todavía para no competir con el tráfico, y
los que se acuestan tarde, cantan en el anochecer.
Fuente: Tendencias21
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