TOKIO | 5 DE SEPTIEMBRE DE
2013
La
Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha afirmado que la radiación detectada en
los alrededores de la central nuclear de Fukushima-1 han ascendido hasta un
nuevo máximo de 2.200 milisievert por hora, según ha informado la cadena
de televisión estadounidense CNN. El pasado fin de semana, TEPCO informó de que
sus operarios habían detectado una radiación de hasta 1.800 milisievert por
hora, un nivel 18 veces mayor al registrado hace solo una semana y que podría
acabar con la vida de una persona en apenas cuatro horas. La compañía indicó
asimismo que la resina erosionada podría ser la causa de los altos niveles de
radiación detectados en los tanques de almacenamiento de agua contaminada de la
central nuclear. Los operarios de TEPCO observaron que la radiación se
concentra en las juntas de los tanques, placas de acero unidas con una resina
especial para evitar las fugas de agua radiactiva, según informó la televisión
pública NHK. Tras inspeccionar los tanques, los operarios determinaron que no
se ha filtrado más agua radiactiva, por lo que creen que la causa de estos
altos niveles es la resina erosionada, aunque seguirán investigando para
confirmarlo.
Numerosas fugas radiactivas
El
pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón
reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la
central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente
radiactivas que llegan al Pacífico. Con el fin de frenar las fugas, TEPCO
inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un
muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una
red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.
El
pasado 16 de agosto, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva
desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para
almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear. Sin
embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de
los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que
diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.
En las
últimas semanas, TEPCO ha informado de varias fugas de agua radiactiva --de
hasta 300 toneladas diarias-- desde uno de los tanques del reactor cuatro y ha
alertado de que es muy probable que el vertido contaminante haya llegado al
Pacífico. Además, ha revelado que no detectó antes las fugas de agua radiactiva
porque los tanques no tienen contadores y el único medio de control eran
patrullas rutinarias, por lo que hasta que no se han formado charcos
superficiales no han saltado las alarmas.
Destinan reservas millonarias
En
este contexto, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio de Economía,
Comercio e Industria que se implique directamente en la solución al problema de
los vertidos radiactivos y no descartó la utilización de fondos públicos.
Este
martes, el Gobierno hizo público un plan valorado en 21.000 millones de yenes
(160 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados, que recupera la
vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de
Fukushima-1.
El plan gubernamental también contempla la descontaminación del
agua, aunque de momento se desconocen los detalles. Hasta ahora, las
autoridades japonesas se han servido de maquinaria francesa para limpiar los
líquidos radiactivos.
Además, la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear
(NRA) de Japón decidió elevar del uno --que indica una "anomalía"--
al tres --que indica un "grave incidente"-- el nivel de alerta por
las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1. La Agencia Internacional de la
Energía Atómica (AIEA), por su parte, ha expresado su preocupación por las
fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1 y ha ofrecido al Gobierno de Japón
su ayuda para resolver este problema.
Gestiones para no perder
candidatura
El
presidente de Tokio 2020, Tsunekazu Takeda, ha escrito una carta a miembros del
Comité Olímpico Internacional (COI) para convencerles de que las últimas fugas
en la central nuclear de Fukushima no afectan a la ciudad, informó hoy la
agencia Kyodo. La misiva tenía el objetivo de mejorar la imagen de la
candidatura de Tokio para acoger los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020,
que se ha visto perjudicada en las últimas semanas por los vertidos en la
planta, antes de que el COI elija a la ciudad ganadora el próximo 7 de
septiembre.
"Tokio no está afectada en absoluto", explicó en el
texto, en el que también aseguró que "el aire y el agua de la ciudad son
controlados diariamente y no existen signos de problema alguno, tal y como ha
confirmado el Gobierno japonés".
Al ser preguntado por la carta, Takeda
explicó a Kyodo que "para nosotros es necesario permitir que ellos (los
miembros del COI) tengan un entendimiento firme de la actual situación para no
favorecer la idea equivocada de que Tokio en sí es peligrosa". Los
responsables de la candidatura de Tokio, que compite con Madrid y Estambul
(Turquía) para hacerse con los Juegos Olímpicos de 2020, han descartado en
varias ocasiones que la situación de la central de Fukushima, situada a unos
220 kilómetros al noreste de la capital nipona, vaya a influir en la decisión
final del COI.
Las autoridades tokiotas han puesto además en marcha una versión
en inglés de su página web que muestra las mediciones de contaminación nuclear
en la ciudad y que se compara con la de otras capitales del mundo.
Por otra
parte, figuras como el ex embajador japonés en Suiza Mitsuhei Murata, activista
y crítico acérrimo de la situación en la planta nuclear después de que fuera
golpeada por el terremoto y tsunami de marzo de 2011, han intentado minar la
candidatura olímpica de Tokio. En este sentido, Murata escribió una carta al
secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que pedía que se impidiera a
la capital japonesa organizar el evento porque la situación en la central no
está controlada.
Fuentes: La Nueva España
El Mundo
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