ESPAÑA | 25 DE JULIO DE 2014
La biodiversidad actual del planeta, el producto de
3.500 millones de años de ensayo y error evolutivo, es la más alta en la
historia de la vida. Pero puede estar llegando a un punto de inflexión.

Según informa un estudio sobre el impacto de los humanos sobre
el número de animales en declive, este descenso importa por los enormes
beneficios que los invertebrados, como insectos, arañas, crustáceos, babosas y
gusanos, tienen en la vida diaria de los hombres, como la polinización y el
control de plagas en los cultivos, la descomposición y el ciclo de los
nutrientes, la filtración del agua y la salud humana.

Esta decadencia en el
número de invertebrados se debe a dos factores principales: la pérdida de
hábitat y la alteración del clima a escala global. Sólo en Reino Unido, los
científicos observaron que en las zonas habitadas por insectos comunes, como
escarabajos, mariposas, abejas y avispas, se ha producido un descenso de entre
el 30 y el 60 por ciento en los últimos 40 años. La disminución de estas
especies pone en peligro, en gran medida, la capacidad de la naturaleza de
proveer a los seres humanos de cosas que necesitan.
Polinización animal
En términos económicos,
estos animales proporcionan servicios importantes a los humanos, a menudo, de
miles de millones de euros. Por ejemplo, se requiere la polinización de los
insectos en el 75% de todos los cultivos alimentarios del mundo y se estima en
un valor de aproximadamente el 10% del valor económico de toda la oferta de
alimentos del mundo. A nivel mundial, los polinizadores parece estar
disminuyendo fuertemente en abundancia y diversidad.

Por su parte, la
disminución de las poblaciones de anfibios ha conducido a un aumento de las
algas y la biomasa de las aguas residuales, lo que a su vez reduce la absorción
de nitrógeno. También la caída del número de invertebrados se conoce por poner
en peligro la producción de alimentos al reducir la polinización, la dispersión
de semillas y la depredación de insectos, pero el impacto que la continua
pérdida de animales, incluyendo invertebrados, tiene sobre la propagación de
las enfermedades humanas debe entenderse mejor como una prioridad.
Cambio en los ecosistemas
Los científicos creen que
hay una creciente comprensión de cómo los ecosistemas están cambiando, pero
para hacer frente a estos problemas, se necesitan mejores predicciones del
impacto de los cambios junto con políticas efectivas para revertir las pérdidas
actualmente observadas. Con este enfoque, puede priorizarse la conservación de
las especies para proteger los procesos que sirven a las necesidades humanas y
promoverse campañas de éxito a mayor escala para efectuar un cambio positivo a
nivel mundial.

A ello, Rodolfo Dirzo,
del Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente de la Universidad de
Stanford y autor principal del estudio, añade: "Cuando la densidad humana
es alta, se producen altas tasas de defaunación, alta incidencia de roedores y,
por tanto, altos niveles de patógenos, lo que aumenta los riesgos de
transmisión de la enfermedad. ¿Quién iba a pensar que solo la defaunación
tendría todas estas consecuencias dramáticas? Puede ser un círculo
vicioso".
Fuente: El
Periódico
No hay comentarios:
Publicar un comentario