Podemos medir la grandeza y el progreso moral de una
nación
por el modo en que trata a sus animales” Mahatma Gandhi
por el modo en que trata a sus animales” Mahatma Gandhi
Por: Solange Márquez Espinoza
MÉXICO | 20 DE ENERO DE 2014
En nuestra sociedad de
usar y tirar resulta que también los animales, los antes magníficos dueños de
la sabana africana, de las selvas tropicales, del desierto o de la tundra, son
un mero producto desechable. El supuesto cazador de hoy, frívolo e irrespetuoso
no tiene nada que ver con aquel que debía conocer los propios hábitos del
animal para seguirlo. Nada tiene que ver la caza que hacen los nuevos ricos con
la que se hacia hace varios siglos.
Aquella en la que no se
contaba con aire acondicionado, ni armas de fuego, ni tampoco con guías que
conocían el terreno. Era, tal vez algo con condiciones más equitativas. Hoy,
los paquetes de caza se venden al por mayor ofreciendo todas las comodidades y
lujos y, por supuesto garantizando la caza. ¿cómo? asegurándose que el animal
estará ahí listo para ser cazado, un animal ya enjaulado puesto sólo como tiro
al blanco a la espera de que el tirador no sea tan malo como su fama y acierte
a darle el tiro de muerte a la primera porque de lo contrario sufrirá una
muerte lenta.
No hay trato digno en la
cacería de especies pacíficas como los grandes paquidermos africanos.
Criticamos la cacería por arrebatar los cuernos de marfil pero perdonamos la
cacería por “diversión”. El "escándalo" de Lucero no es más que la
punta del iceberg de una sociedad desentendida de su propia responsabilidad
para con su propio hogar.
Supongo que esa gente que
se "divierte" con la sangre tiene poco de ésta en su corazón porque a
mi, las imágenes crueles de gente sonriendo con rifle en mano junto a un
magnifico ejemplar de borrego cimarrón, de un elefante o de un pequeño pecarí
sólo me entristecen con nuestra propia especie.
Por $2,500 o $3,000
dólares se puede tener "una aventura" de caza con venado cola blanca
o bura garantizado, no importa si era un ejemplar demasiado joven o una hembra
con crías o incluso embarazada. Eso en México y la oferta incluye la muerte de
un pecarí de collar ¡gratis!
Y que mejor que enseñar
el valor de la vida a los pequeños y aprovechar las ofertas que ofrecen ciertos
ranchos cinegéticos ofreciendo promociones como "Mi Primer Trofeo"
que lo promocionan con la foto de un pequeño posando con rifle en mano sobre el
cadáver de un animal de 120 kilogramos de peso.
Un Bisonte que se
encuentra en peligro de extinción vale $4,500 dólares, un Borrego Cimarrón que
también se encuentra amenazado cuesta $3,000 dólares. Aquí hay que aclarar que
precisamente por la gravedad en que se encuentra la especie, los permisos de
cacería para la misma se subastan llegándose a la cifra de $300,000 dólares por
un ejemplar macho adulto. Por lo que ver supuestos ranchos cinegéticos que
ofrecen el permiso en una décima parte de ese costo y además ofrecerlo durante
todo el año huele a corrupción o a caza furtiva. Sin embargo, siguen operando y
ofreciendo sus servicios en internet sin ningún recato.
Cada uno de nosotros
podemos hacer la diferencia para terminar con el infierno de Dante en que hemos
convertido la relación del ser humano con los animales: cacería por diversión,
tauromaquia, peleas de perros, gallos o la producción masiva y cruel de
animales para consumo humano. Antes se tenían animales para comer pero esos
animales no pasaban sus cortas vidas sufriendo, hoy las enormes granjas
productoras no son más que una muestra más de nuestra cultura de "usar y
tirar" donde hasta la vida misma es desechable...
Hay quienes piensan que
dar importancia a este tema y supuestamente no al de Michoacán está mal.
Discúlpenme pero vuelvo a la máxima de Gandhi que compartía al inicio de este
texto: “podemos medir la grandeza y el progreso moral de una nación por el modo
en que trata a sus animales”. Existen estudios que han probado que mientras más
crueldad exista hacia los animales más violenta es o puede llegar a ser la
sociedad.
¿Creemos que por cerrar
los ojos y seguir consumiendo como lo hacemos el sufrimiento desaparece? No, no
lo hace. Pretender mirar hacia otro lado lo único que nos hace es ser menos
humanos. ¿Por qué somos tan antropocéntricos para seguir pensando a estas
alturas que podemos hacer lo que nos venga en gana con toda la vida de este
mundo? ¿con qué derecho? Ustedes que dicen ¿se trata de valor o de ignominiosa
cobardía?
Fuente: Blogs de El Universal
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