domingo, 4 de noviembre de 2012

Zarigüeyas: Un caso de identidad equivocada



Por: Malvina Bush
MIAMI    31 DE MAYO DE 2009
No conocemos de otro caso de identidad equivocada en el mundo de los animales silvestres urbanos que la confusión de las zarigüeyas con las ratas. Los opossums (nombre con que se conoce a las zarigüeyas en inglés) están perdiendo cada vez más su hábitat en nuestra área. Los pocos solares dehabitados y pequeños bosquecillos que aún quedan caen bajo el peso de los equipos de construcción para dar camino a más estacionamientos, calles y carreteras. Como resultado, estos animales inofensivos en medio de la urbanización se ven obligados a buscar comida y guarida en nuestros propios y limitados patios. Los vemos, incluso, merodeando cerca de las paradas de los ómnibus porque usualmente encuentran alguno que otro alimento.
También hemos oído comentarios y leído cartas dirigidas a los periódicos en que los vecinos se quejan de ratas de gran tamaño. Lamentablemente esas no son ratas, son las infelices zarigüeyas que al confundirlas con los roedores, son envenenadas y apaleadas. Es más, los opossum  no pertenecen a las familias de las ratas, sino de los marsupiales, como los canguros y el osito koala. La hembra pare dos veces al año entre cinco y ocho bebés, tan pequeños que diez de ellos caben en una cucharita. Al igual que sus parientes, los canguros, la mamá los lleva en un saco en el vientre hasta que puedan caminar por sí solos a los cuatro meses de edad. No les tenga miedo porque no atacan, son inofensivos y solitarios. Si, para unos son feos, y con la cola desprovista de pelos se confunden más con las ratas. 
Usted tiene que saber que los opossums:
  • No excavan ni hacen huecos en la tierra, ni destruyen la propiedad.
  • No son agresivos con personas o mascotas.
  • No son portadores de rabia. En general, presentan riesgos de salud más bajos que los mismos perros o gatos.
  • Ayudan a mantener un ambiente limpio y saludable, ya que consumen animales muertos de todo tipo: insectos, especialmente cucarachas, caracoles y babosas que para ellos son manjares.
  • Siempre están en movimiento, por lo que sólo se quedan en un área 2-3 días. No se agite si ve uno, está de pasada. Ignórelo.
  • Pocos sobreviven para llegar a adultos, y los que llegan, no viven más que uno o dos años debido a los muchos depredadores que enfrentan, especialmente los humanos.
  • Son más inteligentes que los perros.
Si ve una zarigüeya, no la moleste. Si visita su jardín, lo está ayudando a limpiar, comiéndose los animales e insectos que si hacen daño.

Fuente: El Nuevo Herald
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