Operan en México Clínicas Veterinarias sin leyes ni control

Por: Rosalía Servín Magaña

MÉXICO  •  23 DE ABRIL DE 2008

Ante el frecuente número de casos de negligencia médica en el ámbito veterinario y la inexistencia de una legislación que regule tales hechos, especialistas consideran necesario crear una ley y el equivalente a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) para este campo, pues la carencia de normas y estructuras de supervisión ha derivado en que sigan cometiéndose malas prácticas sin que nadie haga nada al respecto. Es tal la confusión sobre la regulación de las clínicas veterinarias, que los mismos médicos (MVZ) y especialistas en el tema, igual refieren que su ejercicio es regulado por la Secretaría de Salud (SSA), o citan a la de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), o la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). 

Por ejemplo, Ricardo Czaplewski Cicero, médico del Hospital de Especialidades Veterinarias San Jerónimo, afirma que a ellos los regula la SSA, y aunque señala que también existe una "junta de conciliación para cuestiones iatrogénicas" -término que se utiliza en este campo cuando el médico veterinario aplica un mal tratamiento-, no pudo encontrarse información sobre la misma. 

Otros expertos, como Gustavo Larios, encargado del departamento jurídico de la Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales (Amedea), indican que las clínicas veterinarias están reguladas, por lo menos, por las leyes de salud y sanitarias locales y federales, así como por la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles y la Norma Oficial Mexicana de residuos peligrosos (NOM-087-ECO-SSA1-2002). No obstante, estas últimas sólo hacen planteamientos generales referentes a permisos y declaraciones de apertura para hospitales y clínicas en general, así como sobre el manejo y tratamiento de residuos peligrosos. Y esto mismo sucede con el resto de las leyes y normas existentes, cuyo cumplimiento deben custodiarlo las dependencias antes citadas, las cuales no necesariamente se orientan a la vigilancia del trabajo del MVZ con los animales. 

Hasta ahora la regulación que más se acerca a este tipo de procedimientos es la Norma Oficial Mexicana NOM-148-SCFI-2001, la cual confiere a la Procuraduría Federal del Consumidor la facultad de vigilar las prácticas comerciales de animales de compañía o de servicio y la prestación de servicios para su cuidado y adiestramiento. Sin embargo ésta excluye todo lo referente a los tratamientos médicos veterinarios.

Responsabilidad, en el aire. 

Al tratar de indagar en diferentes dependencias federales sobre quién tiene la responsabilidad de vigilar el servicio que prestan las clínicas o los establecimientos veterinarios, en ninguna de ellas se supo dar razón. La SSA nos remitió a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en la cual se reconoció que a ésta le corresponde vigilar asuntos relacionados con los animales, pero sólo en lo que concierne a sacrificio o venta, como el caso de los rastros o las tiendas de animales, por lo que se nos envió a la Sagarpa, que posiblemente podría tener la responsabilidad. 

En la Sagarpa se precisó que lo que a esta dependencia compete en este tema es el control de la sanidad e inocuidad de los alimentos y fármacos que venden las veterinarias, esto mediante la actuación del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), pero nada más. En la Semarnat afirmaron que a ésta le corresponde hacer las normas ambientales y de cuidado de animales, pero que el organismo encargado de vigilar que se cumplan, y en su caso sanciona, es la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). En la Profepa se señaló que su labor se enfoca al cuidado de animales silvestres.

Legislaciones generales. 

Al investigar las legislaciones existentes en la materia, se encontró que la Ley General de Salud regula lo concerniente al título profesional o certificados de especialización para el ejercicio de la profesión. Plantea que: "Corresponde a la SSA y gobiernos de entidades federativas, en el ámbito de sus respectivas competencias y en coordinación con las autoridades educativas, vigilar el ejercicio de los profesionales, técnicos y auxiliares de la salud en la prestación de los servicios respectivos." 

Por otra parte, expone medidas de seguridad sanitaria, como la vacunación de animales de compañía, toda vez que no hacerlo puede tener repercusiones en la salud humana. En esa ley también se establece responsabilidad por lo que respecta a autorizaciones y vigilancia, pero sólo para establecimientos que practican actividades médicas relacionadas con la salud de los humanos, donde, por ende, las veterinarias no están incluidas. 

Desde 2005 algunos legisladores han querido entrar en la materia, como fue el caso de la entonces senadora Verónica Velasco, quien presentó una propuesta de Ley de Bienestar Animal, que buscaba regular el trato que el ser humano otorga a los animales, lo cual, aseguraba, "no prevé la normatividad mexicana".

En 2007 los diputados Víctor Manuel Torres y Diego Cobo, del PAN y PVEM, presentaron otro proyecto de Ley General de Bienestar Animal, argumentando que: "No obstante que se ha legislado en la materia, estableciendo disposiciones aisladas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; la Ley General de Vida Silvestre y la Ley Federal de Sanidad Animal, éstas son insuficientes para atender los problemas de bienestar animal que se presentan en el país." 

Este proyecto sí establece un artículo (el 28) referente a la supervisión de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios, y dota a los distintos órdenes de gobierno de facultades de verificación y sanción. Pero el proyecto quedó detenido.

Fuente: El Financiero

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