viernes, 20 de marzo de 2015

Enfrenta Sonora el mayor daño ecológico de su historia


MÉXICO | 19 DE AGOSTO DE 2014
Sonora, el principal productor de cobre de México, está frente al mayor desastre ecológico en su historia por culpa de la minería. La contaminación de su principal afluente, el río Sonora, ha encendido la alerta del gobierno, productores agropecuarios y pobladores, cuando se descubrió que el complejo minero “Buenavista del Cobre”, propiedad de Grupo México, había derramado 40 mil metros cúbicos de químicos mortales, una cantidad suficiente para llenar 16 albercas olímpicas.
Tan sólo el año pasado, Sonora aportó el 76.6% de la producción nacional de cobre, básicamente extraída de esa mina localizada en el municipio fronterizo de Cananea, y para ello fue necesaria la utilización de diversos químicos como cianuro y arsénico, que tras ser utilizados eran almacenados en un reservorio construido a un costado de la mina.
Falla estructural
Pero la mañana de aquel miércoles, uno de los tubos del reservorio registró una falla y vació todo el contenido. Los líquidos contaminantes se abrieron paso entre las montañas y llegaron primero al río Bacanuchi y más tarde al lecho del río Sonora, el más grande del estado. Buenavista del Cobre nada pudo hacer para detener esa mezcla líquida que en minería se conoce como "lixiviado de sulfato de cobre" y que no es otra cosa más que una mezcla de metales pesados y sales, altamente dañinos para la salud y con un gran poder contaminante para el medio ambiente.
El agua fluyó hasta el río, que dejó de ser transparente y se convirtió en rojizo. Murieron peces y vacas. Después vino la incertidumbre y el miedo. Más de 22 mil pobladores de los municipios de Banámichi, Baviácora, Aconchi, San Felipe, Arizpe, Huépac y Ures, fueron puestos en riesgo. Ellos fueron testigos de la contaminación y se convirtieron en víctimas directas, como Ramona Yesenia, del municipio de Huépac, que ahora teme comer carne producida en la zona afectada.
Otras personas de su comunidad también presentan lesiones ocasionadas por el químico, pues no fueron advertidos a tiempo del derrame de ácido sulfúrico que pintó de color naranja el cauce del río. Ante sus lesiones faciales Luz Apodaca acudió al hospital. "La doctora me dijo que para ella era la contaminación que traía el río, porque se veía que eran quemaduras de las sustancias que dijoque traía el río, nomás que no dijo qué sustancias traía ni qué nada, yo me agüité", mencionó. Pobladores de Arizpe, Ures, Hermosillo, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora, Banámichi han resentido la falta del líquido.
Instalación no autorizada
Instalciones mineras de Grupo México
Y en la búsqueda de responsables, se determinó que el reservorio defecutoso nunca fue autorizado por el gobierno. De acuerdo con Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil, nunca hubiera podido autorizarse porque estaba en un lecho importante del afluente al río Sonora. "La conformación del represo no se hizo con la norma que permitía que los lixiviados no se trasladaran a la zona del río y la forma en la que se instaló el tubo de desagüe no estaba en perfectas condiciones, lo que hizo que se fuera el tubo y que eso provocara el derrame de los 40 mil litros de los lixiviados al río Sonora", dijo en Hermosillo, tras recorrer tres municipios del río.
Preparan demanda
Por su parte el gobernador de Sonora aseguró que el estado y sus municipios preparan demandas colectivas en contra de Grupo México, por los daños ocasionados tras el derrame de tóxicos en los ríos Sonora y Bacanuchi. El mandatario aseguró que se llegará hasta las últimas consecuencias. En cuanto al desabasto de agua sostuvo que se espera el dictamen de la Conagua para determinar si ya no existe contaminación por ácido sulfúrico en ellos, aunque previamente se ha dicho que los niveles de contaminación han disminuido. Por su parte, Xavier García de Quevedo, directivo de Grupo México, dijo que la compañía asumirá su responsabilidad por esto que llamó un "lamentable accidente".
Ineficiente reacción
Para el investigador de la Universidad de Sonora, Jaime Varela Salazar, la contaminación de río Sonora es el problema ambiental más grave del que se tenga memoria. "La contaminación ya no hay forma de eliminarla y los tratamientos que pudiera haber serían demasiado costosos. Todo se va a diluir si llueve o con la misma corriente va a bajar la concentración de metales y con ello el peligro. 

"Definitivamente este es el problema ambiental más grave que yo recuerde y nos dice mucho de las fallas del protocolo que existe para responder de inmediato y de la forma más adecuada a una contingencia de este tamaño, tanto de las empresas como de las autoridades responsables", señaló Varela, quien además es académico del Departamento de Química de esa universidad.
"La Conagua previó hacer análisis adyacentes no solamente al lugar de la generación, sino en diferentes zonas del río, que permitiera determinar que ningún otro contaminante se estaba diluyendo al río", dijo Luis Felipe Puente, de Protección Civil. Pero el río ya estaba contaminado con altas cantidades de aluminio, arsénico, cadmio, cobre, fierro y plomo.
Riesgos potenciales a la salud
Una de las personas afectadas
A raíz de la contingencia, el portal sumedico.com publicó cómo afectan a la salud las altas concentraciones de metales en el agua del río Sonora. Indicó que tomar agua contaminada o bañarse en el río puede provocar intoxicaciones crónicas o agudas. Dependiendo del tipo de metal al que se estuvo expuesto, pueden dañar el sistema nervioso central, la piel, el sistema inmunológico y causar afectaciones neurológicas, explicó, citando un informe de la Secretaría de Salud de Sonora. 

Agregó que los efectos que cualquier sustancia peligrosa puede causar en el organismo, dependen de tres puntos: la dosis, la duración y el tipo de exposición. "La exposición prolongada, por ejemplo a través del consumo de agua, durante al menos cinco años, se observa especialmente en la piel, al presentar cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y callosidades en palmas y manos; con el tiempo esto puede ser causa de desarrollo de cáncer de piel", indicó.

CADMIO. Este metal se acumula en los riñones y el primer efecto que provoca es la hipertensión arterial. Existe un riesgo mayor, especialmente a nivel pulmonar cuando el cadmio es aspirado.
PLOMO. Cuando una persona está expuesta a la contaminación por plomo, los primeros síntomas que presenta son fatiga, dolor de cabeza, dolor de huesos, dolor abdominal, trastornos del sueño, dolores musculares y trastornos de conducta. Si la intoxicación es mayor se presenta anemia, cólicos intestinales, náuseas, vómito, hipertensión, estreñimiento, enfermedad renal, esterilidad, daños al feto en caso de embarazo, impotencia sexual en el caso de los hombres y se puede estar propenso a desarrollar cáncer.
ALUMINIO. El ser humano ingiere al día entre 7 y 9 miligramos de aluminio a través de los alimentos. Esta es una sustancia que por lo regular desecha el organismo y generalmente no produce daño, aunque algunos estudios han sugerido que la exposición prolongada y elevada puede causar la enfermedad de Alzheimer.
HIERRO. La ingestión de exceso de hierro a través del agua potable no se asocia con daño al organismo. Cuando se consumen grandes cantidades de hierro de forma crónica se puede sufrir una sobrecarga de hierro, lo que puede causar una mutación genética que puede dañar algunos órganos del cuerpo. Si se tiene esta condición, se pueden presentar fatiga, pérdida de peso y dolor en las articulaciones; de no tratarse, pueden desarrollarse enfermedades del corazón, problemas de hígado y diabetes.
COBRE. Si la exposición a este metal es por un largo periodo puede provocar irritación en la nariz, boca y ojos; además de causar dolor de cabeza, estómago, mareos, vómitos y diarrea. Una toma accidental y grande de cobre pude causar daño al hígado y los riñones.
ARSÉNICO. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los síntomas inmediatos de la intoxicación por arsénico son vómito, dolor abdominal y diarrea. También se pueden sentir entumecimiento en las manos y pies, además de calambres musculares.

Otros siniestros
La actividad minera ha puesto en riesgo a la ecología en Sonora en otras ocasiones. El 25 de agosto de 2013, una pipa que transportaba alrededor de 19 mil litros de cianuro de sodio se volcó en una carretera de la sierra local y derramó todo su contenido montañas abajo. Parte del cianuro logró introducirse al río Yaqui, el más importante abastecedor de agua para el sur de Sonora, y también encendió la alerta en el gobierno. La pipa, propiedad de la empresa Posabro, llevaba el cianuro a la mina de oro "Mulatos", en el municipio de Sahuaripa.
En ese accidente falleció el copiloto, un hombre de 35 años, que quedó atrapado y aspiró el tóxico. Con el tiempo, el cianuro se diluyó en el río y el problema no pasó a mayores, aunque la empresa fue obligada a monitorear el agua periódicamente para cerciorarse de que no habría riesgos para la ecología y los pobladores.
Fuentes: La Silla Rota

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