jueves, 6 de marzo de 2014

Barcelona pretende ‘actualizar’ ordenanza de protección animal con polémicas restricciones


MADRID |  4 DE MARZO DE 2014
El Ayuntamiento de Barcelona modificará la ordenanza que regula la tenencia de animales “para mejorar la convivencia” y también “la protección de los animales”, según ha avanzado este lunes el concejal de Presidencia y Territorio, Jordi Martí. Los cambios más polémicos del nuevo texto son dos: los perros ya no podrán ir sueltos ni por las calles de la ciudad ni por los parques, y dar de comer a las palomas estará económicamente castigado.
La nueva ordenanza, que por ahora es una propuesta del Gobierno municipal y se tendrá que discutir con el resto de formaciones, también prohíbe la alimentación de animales salvajes en espacios públicos. Solo las personas reconocidas por la Administración, que alimentan a alguna de las 600 colonias de gatos controladas, podrán dar comida a los animales. Quedará prohibido dar comida a palomas y jabalíes. A pesar de la prohibición, Martí ha asegurado que la sanción de esta infracción, que se pagará con 750 euros, “no será prioritaria”.
El Ayuntamiento todavía no ha decidido qué pasará con los vendedores de comida para palomas de la plaza de Catalunya. El Consistorio también quiere que quien compre o adopte un animal deba firmar un documento conforme no ha sido nunca condenado por maltrato animal. La sanción por mentir en la firma de este documento puede llegar a los 3.000 euros.
Los perros, siempre amarrados
Hasta ahora, la norma permitía que los perros fueran sueltos si el dueño los controlaba y si además podía demostrar que le obedecían. “La actual ordenanza es del 2003 y se ha demostrado que no es suficiente”, ha valorado Martí. El único espacio donde los dueños podrán dejar sueltos a sus perros es en las áreas destinadas para ello. El que siga llevando el perro suelto tras la aprobación de esta ordenanza se expondrá a una sanción de hasta 1.500 euros. “La mayoría de las personas que tienen perros es cívica, pero hay una minoría de dueños incívicos”.
Los propietarios de estos animales tampoco podrán utilizar collares de estrangulación, ni podrán dejar a sus mascotas más de 12 horas solas en el domicilio, ya que se considerará maltrato. El resto de animales de compañía, mayoritariamente gatos, no podrán estar solos más de tres días. “Estamos en el siglo XXI, no en el XIX”, ha dicho Martí para defender el cambio.
El veterinario Ignacio Moral, de Clinivet, ha considerado una buena noticia que se prohíba el uso de collares de estrangulación “ya que castigan la tráquea y el cuello del animal y se ha demostrado que no evitan que el perro siga estirando de la correa”. Sobre la prohibición de llevarlo suelto, Moral ha advertido que los perros “necesitan hacer ejercicio” y destacó que “es necesario ofrecer nuevos espacios”. El concejal Jordi Martí ha asegurado que se está intentando llegar a acuerdos con cada distrito para encontrar espacios donde los perros puedan correr sueltos, pero es poco probable que se construyan antes de la modificación de la norma. En Barcelona hay unos 120.000 perros, según las estimaciones y solo hay 120 espacios donde soltarlos, la mayoría muy pequeños.
Fuente: El País

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