sábado, 25 de mayo de 2013

La UE prohibe temporalmente tres plaguicidas que dañan a las abejas


BRUSELAS |  24 DE MAYO DE 2013
La Unión Europea prohibirá a partir del 1 de diciembre, y durante un periodo de dos años, el uso de los tres neonicotinoides más frecuentes como plaguicidas en la siembra del girasol, la colza, el algodón y el maíz, por los riesgos que plantean para la salud de las abejas melíferas y otros polinizadores, cuya mortalidad ha aumentado fuertemente en los últimos años. 
La decisión fue anunciada el pasado abril por el comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, tras lograr el apoyo de una mayoría de países suficiente para seguir adelante con su propuesta; pero ha sido este viernes cuando el Ejecutivo comunitario ha formalizado la adopción de las medidas. No se trata de una prohibición total de los químicos señalados, sino restringida a su uso en los granos y semillas que son atractivos para las abejas y prevé una serie de salvaguardas, como no aplicar el veto a los cultivos en invernadero o a granos que ya existan de aquí a noviembre, según ha informado en rueda de prensa el portavoz de Borg, Frédéric Vincent. También habrá una excepción para los cultivos a cielo abierto "sólo después de la floración". 
Las restricciones que se aplicarán desde el 1 de diciembre podrían afectar a un tercio de las semillas preparadas en la UE aproximadamente, de las que España es uno de los principales productores. Por el impacto de la medida y las reservas de algunos países, que consideran que faltan datos científicos que avalen la medida, el comisario se ha compromete a revisar su plan en un plazo de dos años y tan pronto como haya nuevos datos científicos y avances técnicos.
La medida se basa en el principio de precaución a partir de un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que identifica tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides como peligrosos para las abejas, aunque no para el humano. Son, en concreto, tres químicos comercializados en Europa por Bayer y Syngenta --clotianidina, tiametoxam e imidacloprid--, que pueden afectar al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte.  
La Comisión ha dado de plazo hasta el 30 de septiembre para que los gobiernos nacionales, que tienen la "responsabilidad" de garantizar el cumplimiento del veto, "retiren o modifiquen las autorizaciones vigentes y se amolden a las restricciones de la UE". Así, sólo podrán expedir nuevos permisos "para el uso de las actuales existencias de estos plaguicidas hasta el 30 de noviembre", según recalca el Ejecutivo comunitario. 
Bruselas trabajada desde 2010 en una estrategia para proteger a las abejas melíferas, tras constatar una fuerte disminución de su población en los últimos años sin razones claras aparentes. La producción apícola supone 22.000 millones de euros para la agricultura europea. La estrategia comunitaria para proteger a las abejas incluye otras acciones como la designación de un laboratorio de referencia, una mayor cofinanciación de la UE en los programas nacionales de apicultura y más fondos europeos para estudios de vigilancia en 17 Estados miembros voluntarios.
Fuente: Europa Press

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