MADRID | 13 DE FEBRERO DE 2013
la iniciativa legislativa popular (ILP) para
declarar las corridas de toros bien de interés cultural (BIC) que el Congreso
aceptó ayer tramitar no levantará el veto de la fiesta en Catalunya. El pasado
lunes lo aseguraron CiU y el PSC y ayer lo corroboraron la Generalitat y varios
expertos en derecho constitucional consultados por este diario. La afirmación
del portavoz parlamentario de Cultura del PP de que gracias a la nueva norma el
toreo podría volver a Barcelona por la Mercè al derogar la abolición catalana
es un brindis al sol hecho desde la ignorancia de la arquitectura jurídica
del Estado. Es lo más suave que puede decirse tras escuchar a los
especialistas.
«Una ley del Estado
no tiene ninguna capacidad para derogar una norma autonómica. Me parece de
marcianos afirmar eso. Es la mera expresión de un deseo». Quien habla es Javier García Fernández, catedrático de Derecho Constitucional
de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid y
experto en la regulación legal del patrimonio histórico. Lo que finalmente
acuerde el Congreso será, en su opinión, un planteamiento «puramente teórico» que cada Administración podrá aplicar o no. Para
Joan Vintró, catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de
Barcelona, tampoco hay debate posible. «Entre
las dos normas no hay jerarquía. Podrán coexistir mientras el Tribunal
Constitucional (TC) no se pronuncie», asegura. Mientras eso ocurre -existe
un recurso de 50 senadores del PP contra la ley catalana-, la Generalitat podrá
mantener el veto vigente.
El
recurso individual
Solo hay un resquicio que podrían intentar
aprovechar los taurinos. En opinión de Vintró, si el Congreso acaba aprobando
la ILP en los términos en que se ha presentado, un empresario podría solicitar
celebrar una corrida amparándose en la protección cultural incluida en la nueva
norma y recurrir la denegación de la Generalitat ante el tribunal
contencioso-administrativo. Lo más probable es que este, al tratarse de un
conflicto de competencias, remitiera la cuestión al Constitucional, pero no se
puede descartar que diera la razón al empresario. «En este supuesto sí podría celebrarse esa corrida concreta, pero
estamos hablando de plazos muy difíciles de concretar, quizá de un año», especula.
Aunque Vintró admite que la Generalitat podría intentar recurrir a instancias
superiores, «quizá al Supremo», para
demorar aún más el permiso.
Tomàs Gui, presidente de la sección de Derecho
Constitucional del Col·legi d'Advocats de Barcelona, sostiene que la cuestión
de procedimiento (si la ley estatal puede derogar la catalana) «no admite
discusión ninguna». «Solo el Constitucional podría hacerlo», afirma. Y recuerda
que la competencia autonómica en el terreno de la cultura es «exclusiva» y
«excluyente». Para Gui, la nueva norma «parte de un error de concepto» y sería
perfectamente recurrible por la Generalitat ante el TC por invasión de
competencias.
Fuente:
El
Periódico.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario