BRASIL | 14 DE FEBRERO DE 2013
Las empresas SHELL y BASF iniciaron un proceso de
conciliación con cientos de ex-trabajadores que exigen una indemnización de unos
500 millones de dólares por los graves daños a la salud que sufrieron por la
contaminación de una clausurada planta de agroquímicos. Las empresas y los
representantes de los 884 demandantes iniciaron las audiencias para intentar un
arreglo que termine con un proceso judicial de más de cinco años, dijo el
Tribunal Superior del Trabajo (TST). Estamos "promoviendo una tentativa de
conciliación" en el que "seguramente es el proceso laboral de mayor
envergadura hoy" en Brasil, dijo el presidente del TST, João Oreste
Dalazen.
El grupo angloholandés Shell y el alemán BASF fueron
demandados por la contaminación en una fábrica de agroquímicos que operó hasta
2002 en la ciudad de Paulinia, en el estado de Sao Paulo. Los ex-trabajadores
aseguraron haber manipulado durante mucho tiempo químicos que les causaron
graves problemas de salud. Este jueves enterraron cruces en las afueras del
tribunal en señal de protesta. "Se realizaron muchas pruebas que
determinaron que hubo contaminación del agua, del aire y del suelo, y que a
causa de eso muchas personas sufrieron cáncer y problemas de tiroides. Ya
contabilizamos 61 muertos", dijo la fiscal del caso, Clarissa Ribeiro, en
una entrevista con la AFP el año pasado.
En la primera audiencia de conciliación, las
empresas ofrecieron cubrir de por vida los gastos médicos de los trabajadores
afectados y sus familiares, y una indemnización por daños morales a cada uno de
los 884 demandantes. Asimismo, se mostraron dispuestas a pagar una
indemnización por daños morales colectivos cuyo valor sería determinado más
adelante. Por este rubro los extrabajadores reclaman 1.000 millones de reales
(unos 500 millones de dólares).
En un comunicado, Shell y Basf dijeron haber
presentado una propuesta que "garantiza la parte más importante de la
decisión judicial, es decir, la asistencia en salud de los implicados". La
propuesta será analizada por las partes y discutida en una nueva audiencia
fijada para el 28 de febrero, anunciaron el tribunal y las compañías. La
justicia laboral falló a favor de los afectados en primera y segunda instancia
y ordenó a las empresas que asumieran los gastos de los tratamientos médicos, y
la millonaria indemnización. El caso fue apelado y está en manos del Tribunal
Superior de Trabajo, en Brasilia, que deberá emitir un fallo definitivo en un
plazo no determinado. Shell fue propietaria de la planta de agroquímicos
entre 1974 y 1995, cuando la vendió a la la empresa Cyanamid.
El líder mundial
en productos químicos, BASF, adquirió la fábrica en 2000. El grupo
angloholandés cuestionó en su momento las pruebas que atribuyen a una
contaminación los casos de cáncer denunciados por la fiscalía.
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