viernes, 28 de diciembre de 2012

Para que no haya otro Winner



Por: Martha Gutiérrez
Periodista y Presidenta de Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal
ARGENTINA    28 DE DICIEMBRE DE 2012
Ha fallecido el oso polar que vivía en el Zoo porteño y realmente esperamos que no traigan otro para el sacrificio que implica vivir en un zoológico de un país cuya temperatura es la opuesta a las áreas naturales de esta especie. Necesitamos de un verdadero respeto por la naturaleza y esto no se enseña exhibiendo animales que necesitan de su libertad y entorno natural.
Mostrar osos polares en Buenos Aires es como vender droga confiscada para pagar campañas antidroga. Si bien el futuro de los osos polares es incierto debido al cambio climático, peor están en los zoológicos y aún peor en zoológicos de países como el nuestro. Los animales alojados en estos típicos zoológicos del pasado, que aún existen, no son más que una triste caricatura de sus hermanos en libertad. ¿Es acaso justo promover esta desvalorización de la naturaleza, llamándola educación?
Hoy en día Internet nos provee con imágenes maravillosas de animales silvestres y bravíos en libertad. En ambientes humanos, los animales silvestres soportan condiciones extremadamente artificiales, viviendo en ámbitos reducidos y extraños, además por el simple hecho de estar rodeados de humanos
Sin excepciones, los zoológicos rinden culto al visitante: comercios al paso, jardines y juegos para niños, derroche de espacios arbitrariamente ganados a los recintos de los animales, que viven su triste vida en ámbitos mezquinos. Ridícula opinión es tratar de convencer que una captura controlada de osos polares para zoológicos, gestionaría una mayor apreciación del humano y por lo tanto la permanencia de la especie en el planeta.
La experiencia nos dice que la relación que el ser humano establece con los animales silvestres y bravíos, erradicándolos de sus áreas naturales, es egoísta y dañina. Ellos no nacieron para dar el gusto a los humanos. El oso polar del Zoo porteño fue un sobreviviente milagroso. Aprovechemos la mala experiencia recibida. Desechemos la idea de volver a traer otro a nuestro país.
Fuente: El Clarín

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