LONDRES • 23 DE ENERO DE 2010
Un estudio llevado a cabo por un equipo de
investigadores australianos concluyó no sólo que los peces pueden recordar a
sus depredadores por lo menos durante un año, sino que también tienen una
excelente capacidad de aprendizaje. De acuerdo al portal de la BBC Kevin
Warburton científico del Instituto de Tierra, Agua y Sociedad de la Universidad
Charles Sturt, en Australia, y líder del estudio señaló: "Esto significa
que su comportamiento es, contrario a lo que se pensaba, altamente
flexible". Según explicó el experto -que analizó en detalle el
comportamiento de los peces de agua dulce en Australia y en particular el de la
perca plateada- los peces pueden recordar a sus depredadores incluso después de
un único encuentro. "Puede cometerse el error de creer que cuando no hay
pesca en una zona determinada es porque se han agotado los recursos, cuando en
realidad, lo que puede estar sucediendo es que los peces sí están allí, pero no
caen en la trampa", dijo Warburton.
Aprenden
la lección
Esta habilidad para recordar también se extiende a
cualquier objeto que represente una amenaza. Por ejemplo, "si un pez
muerde un anzuelo y logra escapar, guarda esta experiencia en su memoria y es muy
difícil que vuelva a morder un anzuelo en una segunda oportunidad", dice
el experto. "De ahí que si se desconoce el comportamiento de estas
criaturas, puede cometerse el error de creer que cuando no hay pesca en una
zona determinada es porque se han agotado los recursos o los peces se han
marchado de allí, cuando en realidad, lo que puede estar sucediendo es que los
peces sí están allí, pero no caen en la trampa", añade. Los peces aprenden
también a conocer en profundidad su hábitat y asocian la abundancia de
alimentos o los peligros con determinados lugares. Esta información la utilizan
para identificar vías de escape por si se presenta una amenaza y también para
trazar sus rutas favoritas. Otro rasgo de los peces, dice Warburton, es la
sofisticación del proceso para tomar decisiones. Por ejemplo, "prefieren
la compañía de peces que les resultan familiares, ya que pueden leer su
comportamiento más fácilmente. También eligen sumarse a un cardumen porque
navegar en grupo les aporta beneficios en términos de protección ante los
depredadores y en la búsqueda de alimentos".
¿Una
broma, un aviso?
Para poner la memoria de los peces a prueba
Warburton y su equipo estudiaron a los peces en su entorno natural. Analizaron
su relación con las características propias de su hábitat y luego trasladaron
algunos ejemplares a una serie de tanques de laboratorio. Allí, los expertos
les ofrecieron distintas opciones, colocando alimentos en distintas áreas del
tanque y enfrentándolos a depredadores para estudiar sus movimientos y
reacciones. Nadie parece recordar de dónde surgió el mito sobre la precariedad
de la memoria de los peces. Ashley Ward, bióloga de la Universidad de Sidney,
Australia, cree que "proviene de un aviso publicitario de hace muchos
años, pero nadie se acuerda de qué". Warburton tampoco está seguro, aunque
cree que pudo haberse originado una broma. Lo cierto, concluye el experto, es
que la habilidad de los peces para recordar y aprender es tan compleja,
"que estudiar su comportamiento nos permitirá aprender algo también sobre
nuestra propia conducta".
Fuente:
El Universal
No hay comentarios:
Publicar un comentario