EE UU • 22 DE FEBRERO DE 2010
Los científicos están
monitoreando la forma como los animales se comunican con un sistema que no
pueden escuchar los oídos humanos. El bramido que hace el elefante con su
trompa es un sonido familiar para muchas personas, pero los animales también
emiten gruñidos. Y estos gruñidos son sólo audibles parcialmente ya que dos
terceras partes del llamado se llevan a cabo en frecuencias que son demasiado
bajas para ser detectadas por el oído humano. Para entender más sobre esta
parte inaudible del gruñido, el equipo de científicos adhirió a ocho de las
hembras del zoológico un micrófono sensible a estas frecuencias y un sistema de
rastreo de GPS. Los investigadores después compararon los ruidos que los
animales estaban haciendo con la actividad que estaban llevando a cabo.
Advertencia
Según los científicos, las
hembras embarazadas usan este sistema de comunicación de baja frecuencia para
anunciar al resto de la manada que están a punto de dar a luz. Y descubrieron
también que las elefantas "hablan" sin parar y su jerarquía dentro de
la manada demuestra qué tan parlanchinas y activas son. "Estamos muy
emocionados por haber descubierto la jerarquía dentro de la manada de hembras y
la forma como interactúan e interceden entre sí" dijo a la BBC Matt Anderson, quien dirige el
proyecto.
Los científicos también
encontraron que un gruñido de baja frecuencia -que se pensaba las hembras sólo
utilizaban para llamar a los machos cuando estaban listas para aparearse-
también lo usan para llamarse entre ellas. Aunque ya se sabía que las hembras
elefantas suelen formar un círculo protector alrededor de la madre embarazada
que va a dar a luz, los científicos descubrieron ahora que la madre
"informa" al grupo cuando el bebé está a punto de nacer. "Hemos
visto que ocurre esto después de una larga gestación de más de dos años"
dice el doctor Anderson. "En los últimos 12 días vemos una manipulación de
la parte baja del gruñido, la parte baja que no podemos escuchar". "Creemos
que esto es para anunciar al resto de la manada que el bebé es inminente",
agrega el investigador.
Peligro externo
Los científicos piensan que
esto también sirve para advertir a los elefantes que tengan cuidado con los
depredadores. "Se podría pensar que un bebé elefante de 130 kilos no sería
víctima de la depredación de otras especies. Pero las manadas de hienas son una
gran amenaza en la vida silvestre" dice el investigador. El doctor
Anderson y su equipo continuarán analizando la información para obtener más
claves sobre este lenguaje secreto de los elefantes. El objetivo eventualmente
es contar con la primera base de datos de "lenguaje" paquidermo para
tratar de entender lo que los animales están diciéndose.
Fuente: BBC
Mundo
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