REINO UNIDO • 22 DE FEBRERO DE 2007
Un ave norteamericana conocida
por el nombre en latín de "aphelocoma californica",
similar al arrendajo, ha demostrado su capacidad de planificar el futuro con
antelación al igual que hacen los humanos, según publica la revista científica Nature.
Un estudio llevado a cabo por expertos de la universidad británica de Cambridge
demuestra por vez primera que una especie que no pertenece a los primates tiene
conciencia del concepto del tiempo y puede imaginar el futuro y obrar en
consecuencia.
Hasta la fecha, la
planificación consciente se había considerado una facultad exclusiva de los
seres humanos. Diversos experimentos a cargo de ese equipo de científicos
prueban que esa ave es capaz de prever cuándo tendrá que enfrentarse a época de
escasez alimenticia y actuar consecuentemente, almacenando víveres. Para llegar
a estas conclusiones, los científicos expusieron al "aphelocoma
californica" a diferentes condiciones de alimentación y
estudiaron su comportamiento. Según el profesor Nicky Clayton, responsable de
los experimentos, "la planificación futura es una habilidad cognitiva
compleja que se atribuía hasta ahora únicamente a los humanos".
Todavía no se ha demostrado que
otro tipo de conductas de las aves como la construcción de nidos, la migración
o la rutina de esconder nueces para el invierno correspondan a la capacidad de
anticiparse al futuro, sino que se piensa que responden a "comportamientos
instintivos". La mayoría de estas conductas, señaló Clayton, son
"respuestas automáticas" en lugar de comportamientos
planificados.
"Este estudio sobre la "aphelocoma
californica" aporta la primera prueba de planificación animal
guiada por una necesidad que no se presentará hasta el día siguiente",
explica el experto. Para llegar a estas conclusiones, los científicos
sometieron a las aves a un periodo de "entrenamiento", durante el
cual las distribuyeron durante seis días y en mañanas alternas en dos
compartimentos diferentes. En uno de ellos, a las aves se les daba desayuno
mientras que en el otro se las privaba de comida. Una vez concluida la fase de
entrenamiento, los expertos comenzaron a dar comida a los pájaros a horas
vespertinas inesperadas.
Los autores del estudio
observaron que las aves almacenaban más alimentos de los que se les asignaban
cuando esa misma mañana se habían visto privadas de desayuno ya que anticipaban
que estarían hambrientas a la mañana siguiente. En otro experimento similar,
los científicos vieron que las aves almacenaban determinada comida en los
compartimentos en los que preveían que faltarían al día siguiente.
Fuente: Terra Noticias
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